Las obras para habilitar una trazado provisional que permita reabrir la carretera de Monrepós (N-330) avanzan a buen ritmo. El presidente de Aragón, Javier Lambán, ha asegurado esta mañana en una entrevista en la cadena SER que el paso alternativo se podrá restablecer "en siete días, diez como máximo".

Según el presidente, están garantizados los servicios básicos para la población del Atlo Gállego y la Jacetania, así como que intentarán que la actividad económica de la zona se vea lo menos afectada posible y tomarán medidas para que la circulación se restablezca cuanto antes. Además, Lambán ha destacado "la coordinación ejemplar entre las instituciones".

Las máquinas han ejecutado en dos días buena parte del desmonte de la ladera, lo que permitirá en poco más de una semana asfaltar una plataforma de dos carriles de 3,25 metros, con arcenes de medio metro.

Los operarios trabajan junto al tramo de 50 metros afectado por el deslizamiento que obligó a cortar el tráfico, que circulará por este vial a lo largo de 300 metros hasta que se logre reponer la calzada. Los técnicos han optado por dejar un área de salvaguarda de dos metros con la N-330

Para reforzar la estabilidad del terreno, se construirá un muro de escollera de hasta dos metros de altura en el encuentro del trazado provisional con la ladera. Y en la franja de resguardo con la N-330, se hincarán en el terreno una hilera de raíles de ferrocarril para que ejerzan de pantalla. Su longitud alcanza los doce metros, pero los técnicos han considerado que con la mitad será suficiente y, por tanto, se cortarán.

Paralelamente a la ejecución del desvío provisional, continúan los sondeos en la zona afectada "para definir el plano sobre el cual se ha producido el deslizamiento", clave para decidir cuál es la solución más idónea para reponer la carretera. Los técnicos barajan hasta tres posibles soluciones, desde acometer un saneo a ejecutar una estructura para salvar el tramo, pasando por construir pantallas de micropilotes.

Desde el Ministerio de Fomento han insistido este domingo en que la reposición de la carretera requerirá unos meses, pero que no prevén que comprometa la  puesta en servicio de la autovía en su tramo de la cara norte del puerto de Monrepós. Antes de que se produjera el deslizamiento, estaba fijada para finales de año. Con antelación, para finales de primavera, debería abrirse al tráfico los últimos cuatro kilómetros de bajada del puerto hacia Jaca.