"Tenemos miedo de que el agua vuelva a llegar a las casas del pueblo como pasó en el año 2015"

Un centenar de vecinos de Movera y Peñaflor continúan fuera de sus casas y de momento no pueden volver. Las crecidas obligan a desalojar granjas y anegan ya miles de hectáreas de cultivo.

Evacuación a contrarreloj. Los responsables de una ganadería de Pastriz movilizaron este jueves a amigos y familiares para evacuar a contrarreloj a alrededor de 500 vacas que corrían peligro por la subida del nivel del río. Los Bomberos de Zaragoza incluso tuvieron que intervenir con una lancha para rescatar a un ternero que se había quedado aislado.
Evacuación a contrarreloj. Los responsables de una ganadería de Pastriz movilizaron este jueves a amigos y familiares para evacuar a contrarreloj a alrededor de 500 vacas que corrían peligro por la subida del nivel del río. Los Bomberos de Zaragoza inclus
Oliver Duch

Los vecinos de Movera y Pastriz miraban este jueves con preocupación la crecida del nivel del río Ebro a su paso por la localidad zaragozana. En la mente de todos ellos estaban los estragos que causó la avenida extraordinaria de 2015 y con ese mismo fantasma en la memoria el Ayuntamiento de la capital aragonesa decidió este jueves activar el Plan Municipal de Protección Civil. Entre otras medidas, se decidió reforzar las motas de Movera y Juslibol y se protegieron instalaciones en el Parque del Agua, como el pabellón de bodas y las playas de Ranillas, y otros edificios de la ribera en Zaragoza.

En la capital aragonesa, las intensas precipitaciones de los últimos días también obligaron a tener la vista puesta en árboles y fachadas. Los bomberos realizaron varias salidas por caídas de ramas y para asegurar estructuras.

Desalojos de viviendas y granjas

"Tenemos miedo de que el agua llegue al pueblo. El nivel del Ebro está subiendo y el Gállego, aunque ya va de bajada, viene muy fuerte", comentó Fernando Artigas, un vecino de Pastriz que se acercó por la mañana hasta los alrededores de la urbanización de Torre Urzaiz, para comprobar en primera persona el aforo del río y hasta dónde había llegado el agua. De hecho, el centenar de vecinos de esta zona y de las urbanizaciones de Doña Sancha y El Soto, que fueron desalojados el miércoles, seguían fuera de sus viviendas y no podrán volver hasta que bajen los niveles del Ebro y el Gállego. "La Policía Local y los Bomberos están constantemente vigilando por si son necesarios más desalojos", comentó este jueves Esperanza Calvano, alcaldesa de Movera.

A contrarreloj se realizó este jueves por la mañana el desalojo de una ganadería de reses bravas cercana a este barrio rural. La crecida del Gállego pilló desprevenido a Rafael Alarcón, propietario del hierro, quien tuvo que solicitar ayuda a amigos y familiares para evacuar a alrededor de medio millar de vacas de su emplazamiento habitual hasta una zona alejada del cauce en Pastriz. Esta no fue la única explotación que tuvo que ser desalojada: varios ganaderos de Novillas, Tauste y otras localidades de la zona tuvieron que hacer lo propio para evitar que se repitieran episodios como los de 2015, cuando cientos de cabezas de ganado murieron ahogadas.

La Ribera Alta fue una de las comarcas con mayores y más graves afecciones a lo largo del día de este jueves. A primera hora de la mañana, un deslizamiento de tierras en la parte alta del casco urbano de Gallur obligó a los bomberos de la DPZ a desalojar nueve viviendas de las inmediaciones de la calle de Castelar. Una persona con movilidad reducida fue evacuada en ambulancia mientras que el Consistorio de la localidad se puso a disposición del resto de los vecinos para prestarles atención y alojamiento hasta que pudieran volver a sus casas.

El Arba también aumentó considerablemente su caudal y dejó imágenes inéditas en Tauste. El agua llegó a los alrededores del centro de salud y rodeó la zona industrial del Camino de las Viñas a través de los desagües de la variante de la A-127.

Miles de hectáreas anegadas

Las crecidas anegaron miles de hectáreas a lo largo de toda la cuenca. Muchas de ellas estaban ya sembradas de cereal de invierno, alfalfa y hortalizas y los agricultores dan por perdida la cosecha. UAGA calificó este jueves la avenida de "desastre natural" por las "importantes" pérdidas que van a registrar los agricultores y los ganaderos de la provincia y exigió la adopción "urgente" de medidas. "Es necesario limpiar los ríos y regular su caudal", señalaron los responsables de la organización.

Este jueves, la provincia de Huesca no registró grandes afecciones por las avenidas en la cuenca del Ebro. Únicamente el Ayuntamiento de Fraga tuvo que activar un plan de prevención para hacer frente a la crecida del Cinca. El Consistorio cortó los accesos al parque fluvial y las zonas dedicadas a la pesca recreativa.

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