"¿No había otra residencia más cerca que Sádaba para llevar a mi hermana?"

Las primeras evacuaciones de ancianos e impedidos están generando cierta tensión en municipios como Boquiñeni. En total, se prevé reubicar a medio centenar de personas a lo largo del viernes.

Los vecinos de Lourdes Matute, de 90 años, la despedían este viernes a la puerta de su casa antes ser evacuada a la residencia de Sádaba.
Los vecinos de Lourdes Matute, de 90 años, la despedían este viernes a la puerta de su casa antes ser evacuada a la residencia de Sádaba.
Oliver Duch

La evacuación de las personas impedidas ha comenzado en Boquiñeni, Cabañas, Pradilla y el resto de poblaciones de la Ribera Alta del Ebro. Según han confirmado a HERALDO fuentes de la comarca, van a ser medio centenar de ancianos y vecinos con problemas de movilidad los que se reubiquen en residencias de Pinseque, Grisén, Remolinos o Ejea. Pero para algunos el viaje va a ser más largo. "¿No había otra residencia más cerca que Sádaba para llevar a mi hermana? Son 46 kilómetros y nosotros somos mayores no tenemos medios para movernos", se lamentaba en Boquiñeni Ángel Matute, de 81 años. Y es que los primeros traslados se están viviendo con cierta tensión en las poblaciones afectadas por la riada extraordinaria.

Como sucederá durante las próximas horas en muchos otros muchos domicilios de la comarca, a las puertas de casa de Lourdes Matute se concentraban a la una de la tarde sus vecinos para despedirla. Conteniendo la emoción, Pluvia Coscolla y Ángeles López -que también han superado los 80- daban un par de besos a la nonagenaria y le deseaban buen viaje. "Lleva por lo menos tres años sin salir de casa y tenemos que hacerle todo", explicaba su hermano Ángel. "Puede que estemos algo tensos y demos alguna mala contestación, pero es que esto no es agradable. Somos ya muy viejos y nunca habíamos tenido que desalojar el pueblo. Ahora, en tres años, lo vamos a hacer dos veces", decía.

Hasta la plaza de España de Boquiñeni se han desplazado numerosas ambulancias de Cruz Roja Alagón, que va a ser la encargada de evacuar a los impedidos. "De momento, hemos empezado por aquí, pero a lo largo de la tarde vamos a enviar vehículos a todos los pueblos", señalaba Arturo Lahoz, coordinador del puesto de Alagón. Ellos se están encargando de mover a los ancianos que están encamados o van en silla de ruedas, porque al resto los están recogiendo sus familiares. "Yo para calmar los nervios me he puesto a empezar un encaje", decía Publia Coscolla. "De momento estamos preparando la comida, pero tenemos preparado el petate para marcharnos en cuanto nos digan. Un hijo, un sobrino... Cualquiera nos llevará", destacando la solidaridad de la gente en momentos como estos.

Como sucedió durante la gran avenida de 2015, se han dispuesto una serie de pabellones polideportivos para ubicar a los desalojados. Así, en caso de que finalmente se de la orden de salir de las casas, los vecinos de Boquiñeni irán a Luceni, los de Pradilla a Tauste, los de Alcalá a Pedrola y los de Cabañas de Ebro a Alagón. "A nosotros nos acogieron la otra vez en una casa de Luceni y ya nos han llamado esta mañana para ofrecernos alojamiento", contaba agradecido Ángel Matute.

La turbidez del agua de boca se ha convertido en un problema añadido para los cerca de mil habitantes de Boquiñeni, que el miércoles recibieron un mensaje de Whatsapp -hay un grupo para los bandos municipales- advirtiéndoles de que no pueden usar el agua corriente para beber o cocinar.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión