A priori cuesta creerlo, pero los datos facilitados por el Consejo General del Notariado no dejan lugar a dudas: el 58% de las viviendas que se compran en Aragón se abonan de una sola vez y sin tener que pedir un préstamo hipotecario.

Su Centro de Información Estadística recopila mes a mes la información relativa a las operaciones inmobiliarias, hipotecarias y mercantiles que se autorizan ante notario. De este esfuerzo, se desprende que a lo largo del año pasado se llevaron a cabo en Aragón 13.455 operaciones de compraventa de vivienda pero que solo se constituyeron 5.689 hipotecas destinadas a la adquisición de viviendas.

Es decir, mientras la venta de viviendas se disparaba un 15% respecto al año anterior, los préstamos solicitados para este fin caían un 0,7%, hasta el punto de que apenas se firmaron hipotecas para el 42% de las adquisiciones registradas.

En realidad, el número de hipotecas concedidas en Aragón es bastante mayor (7.876), pero el resto se solicitaron para otros fines, como podría ser adquirir otro tipo de inmuebles (locales, suelos, etc.), construir edificaciones, financiar actividades empresariales o refinanciar deudas.

De hecho, Aragón fue una de las pocas comunidades autónomas en las que cayó el número de hipotecas solicitadas ex profeso para comprar una vivienda en 2017.

¿Cómo se explica este fenómeno?

Durante la crisis el precio de la vivienda se desplomó hasta límites insospechados. Solo durante el año 2013 el precio por metro cuadrado cayó más de un 20% en Aragón. Incluso más de un 22% si hablamos solo de pisos. Ese mismo año la actividad de compraventa cayó un 31,5% y solo se registraron 7.615 operaciones en toda la Comunidad. Además, en Aragón, aunque las operaciones remontaron con fuerza en 2014 y se mantuvieron en alza durante los dos años siguientes, los precios siguieron cayendo. Un 6,6% en 2015 y un 3,8% en 2016 según se desprende de los datos facilitados por el Consejo General del Notariado.

De modo que a principios del 2017 el precio del metro cuadrado de una vivienda en Aragón rondaba, de media, los 927 euros. Con estos precios, no es de extrañar que los pequeños y medianos ahorradores se hayan sentido atraídos de nuevo por el negocio de invertir en viviendas para dedicar al alquiler en vez de arriesgarlos en la bolsa o en depósitos bancarios. Este interés ha fomentado que el precio medio por metro cuadrado de las viviendas que se compraron a lo largo del año pasado fuese ya casi un 7% superior al del año anterior. De todos modos, el coste de la vivienda continúa siendo un 50% más bajo que antes de la crisis.