La renuncia a herencias en Aragón, en máximos históricos con más de 1.100 al año

La depreciación del valor de los inmuebles es una de las razones más comunes, pero no la única.

La depreciación del valor de los inmuebles es una de las razones más comunes, pero no la única.
La depreciación del valor de los inmuebles es una de las razones más comunes, pero no la única.
José Miguel Marco

Desde el inicio de la crisis económica, el volumen de aragoneses que deciden cada año renunciar a su herencia ha vivido una escalada casi constante, a excepción de 2010 y 2016 cuando se registraron los únicos descensos de la década. No obstante, según los últimos datos publicados por el Consejo General del Notariado, en 2017 se anotó la cifra más alta de la historia, con más de 1.100 renuncias en solo una año. Esta cifra supone casi el triple de las que se registraban en 2007 o 2008, cuando había menos de 400 renuncias anuales.

Desde el Ilustre Colegio Notarial de Aragón aseguran que esta tendencia alcista se debe a la situación económica, que todavía no es tan positiva como en otras comunidades autónomas. “Cuando descienda el volumen de endeudamiento de las familias aragonesas, se registrará una bajada importante en el volumen de gente que renuncia a la herencia”, sostiene Dámaso Cruz, presidente de este organismo. Una situación que se podría dar el próximo año. “Al igual que empezamos la crisis más tarde que el resto de España (por el efecto Expo), también estamos tardando un poco más en salir. Ejemplo de ello es que el precio de la vivienda todavía evoluciona a un ritmo lento, muy por debajo de la media española”, recuerda. Según los datos de Tinsa (empresa dedicada a la tasación de inmuebles), durante el primer trimestre de 2018, el precio de la vivienda en Aragón ha aumentado un 0,9% mientras que en España se ha encarecido casi el 4%.

“En estos momentos, una de las razones por la que más gente renuncia a una herencia es por la depreciación del valor de los inmuebles”, explica Cruz. En esta situación se encuentran aquellas personas que adquirieron una vivienda hace 15 años por un elevado precio y ahora han fallecido, dejando una deuda mayor que el valor actual del inmueble. “En muchas de estas situaciones los descendientes deciden renunciar a la herencia”, recalca. Lo mismo ocurre cuando se recibe una vivienda o cualquier otro tipo de inmueble que, aunque está pagado, necesita una reforma integral. “En estos casos, si no tiene valor sentimental y el económico no es elevado, mucha gente no los acepta porque la reforma tiene un coste superior al del inmueble”, subraya.

No obstante, es necesario recordar que en el derecho aragonés existen determinadas peculiaridades, entre las que destaca que solo se tiene la obligación de hacer frente a las deudas con los bienes heredados, es decir, no se tiene que responder con el patrimonio personal. “Aún así, al existir deudas de diferente índole (con la Agencia Tributaria, la Seguridad Social, préstamos...), en muchos casos la diferencia entre lo adeudado y lo que se obtiene es escasa y la gente prefiere evitar los papeleos”, afirma el presidente del Ilustre Colegio Notarial de Aragón.

No hay que olvidar que cuando uno acepta una sucesión lo hace de manera global. En ese momento se realiza un inventario de bienes en el que se incluyen todos los activos y pasivos existentes. A no ser que haya bienes perecederos, como puede ser una granja de porcino (y cuya parte hay que aceptar inmediatamente para atender a sus necesidades), Cruz recuerda que se dispone de un plazo para que los herederos puedan vender lo que necesiten y con ello respondan a las deudas y gastos derivados.

Beneficiar a hijos o hermanos es otras de las razones por las que un beneficiario decide no aceptar una herencia. “Es algo que ha existido siempre y que continúa. Hay personas que renuncian en favor de otros familiares, bien del mismo grado (un hermano) o descendientes”, explica. De este modo, se evita que en unos años se tenga que pagar de nuevo los impuestos correspondientes. Esta práctica puede ser más común cuando los herederos son personas mayores y con solvencia económica.

Sucesiones no afecta tanto

A pesar de que muchos achacarán el incremento de las renuncias registrado el pasado año (más de un 20% con respecto a 2016) al impuesto de sucesiones, esto no es el motivo principal, según el presidente de los notarios aragoneses. “Es cierto que comparado con otras comunidades, en Aragón este impuesto es más elevado, pero no se renuncia a una herencia para evitar este pago, ya que siempre se obtiene un beneficio”, señala Cruz. Por ello, recalca que el efecto que puede tener este tipo impositivo en la renuncia de una herencia es  relativo.

Este impuesto está generando un gran debate en la comunidad aragonesa. De hecho, este jueves se puso en marcha una comisión espacial que se encargará de estudiar su reforma. Este organismo, impulsado por el PAR con el apoyo de PP, Podemos y Ciudadanos, nace con dos objetivos: "considerar la introducción de mejoras por las considerables diferencias en la aplicación del mismo con respecto a otras autonomías" y "aligerar la presión fiscal de los ciudadanos aragoneses".

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