Cañizar del Olivar: poesía centrífuga y centrípeta

Mariana y su hija Flor, aficionadas a la escritura, llevan algo más de un año al frente de la tienda y el bar de este pueblo teñido de serena belleza, idóneo para los aficionados al senderismo.

Flor contempla el agua de la balsa de Cañizar, a las afueras del núcleo urbano.
Flor contempla el agua de la balsa de Cañizar, a las afueras del núcleo urbano.
Laura Uranga

Florencia Modrich lleva quince años en España, y frisa la veintena en el pasaporte. Llegó con sus padres y sus dos hermanos a Aliaga, donde estuvieron un año; luego han estado doce en Andorra y lleva quince meses en Cañizar del Olivar con su madre, Mariana Rodríguez. Entre las dos se encargan de la tienda y el bar de este pequeño enclave de las Cuencas Mineras desde principios de 2017. "Supe que esto se quedaba libre, porque lo llevaba una amiga con su madre, y animé a la mía a que nos presentáramos como candidatas al puesto", explica Florencia, Flor para los colegas, dueña de un hablar pausado y reflexivo, que contrasta con la extrema elocuencia (aunque también de cadencia suave) de su madre.

"Cuando llegamos –explica Mariana– no me hallaba, veníamos de Buenos Aires y el choque era muy fuerte; en Andorra la cosa resultó mejor, yo era feliz cuidando a unas ancianitas a las que sigo viendo, pero necesitaba un cambio y buscábamos algo; mis otras dos hijas se quedaron con su padre en Andorra y Flor, que disfruta más del entorno tranquilo de un pueblo chico, se vino conmigo aquí".

Cañizar del Olivar: poesía centrífuga y centrípeta

En la entrevista con las autoridades locales (el bar y el comercio son municipales), la franqueza y la disposición fueron igualmente eficaces. "Les dijimos que no sabíamos ni poner un trago, pero que nos sobraban ganas de trabajar; Flor es muy madura para su edad, se encarga de todo cuando yo no estoy, cocina incluida. Había otra pareja con niños que optaba al trabajo, pensábamos que los elegirían, pero el día de Reyes del año pasado sonó el teléfono y nos dijeron que era para nosotros".

Los cañizarinos valoraron desde el principio las ganas de sus dos nuevas vecinas, y les ayudaron. "Nos enseñaron –recuerda Mariana– a servir correctamente las consumiciones, a gestionar las compras… la chica que llevaba el camping Las Aguas también nos apoyó mucho en el arranque, sobre todo con la tienda, el alcalde ha sido genial, los Valera de Utrillas nos surten… en un mes ya estaba todo a pleno rendimiento, y hemos tratado de corresponderles con trabajo y alegría, incluso en la propia decoración del bar. Ideas no faltan, tampoco ganas de que este espacio sea de armonía entre todos. Tengo estudios de publicidad y escribo poesía: tengo un blog, ‘Vuelvo a mi mar’, en la plataforma Blogger: mi seudónimo allá es Ariel. Flor también escribe y pinta, tenemos un punto artístico las dos".

La madre vuelca su vis creativa en el mentado blog y también ha tenido un programa de radio que actualmente anda en barbecho "para no quitarle tiempo a mis obligaciones en el bar, pero eventualmente quiero volver a hacerlo", apunta Mariana. Flor también mantiene una actividad creativa constante, pero de momento no quiere hacer públicos los resultados. "Me gusta dar paseos por aquí y en esas caminatas encuentro inspiración –apunta la más bisoña del tándem– pero por ahora no busco publicar. Me gusta vivir aquí, y a mi madre también; el pueblo nos encanta, la gente es muy agradable y, en principio, aquí seguiremos. En invierno somos muy pocos, pero nos gusta la tranquilidad".

Un árbol en Andorra

Mariana cree en la sanación espiritual a través de la meditación, y cuenta con un aliado: su árbol de Andorra. Lo encontró por un episodio equiparable a una revelación, con su hija mayor como protagonista y canalizadora de la conexión; Mariana abraza este árbol desde hace años, escribe sobre la experiencia y conforta a muchas personas por las redes; incluso se movilizó en un momento dado para evitar su tala. "Levanté firmas por las redes sociales, monté una buena –afirma con una sonrisa, aunque no bromea– y en su momento pensaron que estaba loca, pero por suerte atendieron mi petición de revisar esa tala y así no tuve que encadenarme a él, porque lo hubiera hecho sin problemas. Todo aquello pasó hace tres años, y todavía recibo comentarios de apoyo por internet desde distintos puntos del mundo".

Del árbol... a las ‘piedras corazón’. Mariana ha compilado una colección de guijarros con forma de corazón; guarda una muestra en la vitrina del bar y el bagaje de rocas ‘palpitantes’ sigue aumentando por las contribuciones de parroquianos y visitantes que se han enterado de su afición. "Un día encontré un corazón de mimbre al pie de mi árbol, y desde ese día aparecen piedras corazón por todas partes. Tengo de muchos lugares distintos".

En mitad de la charla, una vecina le pide a Flor que pase a la tienda para una compra. La vida sigue; las prisas pasaron de largo.

Las cuevas y el camino hasta Muela Quemada

Desde la zona de las balsas de Cañizar (ahora hay una pileta nueva junto a la balsa grande) se plantean varios senderos promocionados por la comarca de las Cuencas Mineras. Desde allí se puede llegar a unas cuevas cercanas tras la caminata de apenas un kilómetro, mientras que hay tres hasta el mirador de Muela Quemada. Para llegar a las cuevas hay que bajar ligeramente, y al llegar a ellas se pueden conocer detalles del entorno gracias a una mesa de interpretación; cerca se encuentra el antiguo molino harinero. Tras el breve paso por la carretera hay que aplicarse en una subida por pista. Allá aparece el Mirador de las Traviesas y finalmente, Muela Quemada; el trecho desde el pueblo a un paso razonable lleva hora y media al caminante. La vista desde este punto hace que el esfuerzo valga la pena. De regreso, en la zona de las balsas, hay espacio de merendero para reponer fuerzas y disfrutar con la contemplación del agua.

LOS IMPRESCINDIBLES

Los Chorros

Esta coqueta casa rural con tres habitaciones dobles está abierta todo el año a requerimiento: 682 925 616 y casaloschorros@gmail.com. Lleva a rajatabla las máximas doradas del negocio: trato familiar, comodidad y detallismo.

Las Aguas

Cañizar cuenta con un espacio fijo de acampada que actualmente está en proceso de cambio de administración, porque los que fueron sus responsables durante varios años han dejado la actividad. Activo en primavera y verano.

Parroquia de la Asunción

Obra de mampostería y cantería con tres naves: la central cubierta por bóveda de medio cañón, y las laterales con bóveda de arista. El crucero se cubre con cúpula sobre pechinas, y la torre es de cuatro cuerpos de cantería.

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