Entre las novedades de los presupuestos para Teruel, destaca el arranque de la mejora de la N-330, con 2 millones de euros para el tramo Teruel-Villastar, y la redacción por 250.000 euros del proyecto para adecuar el trayecto Torrebaja (Valencia)-Villastar. Se cumple así un compromiso del Gobierno con los pueblos recorridos por la N-330, una de las vías más precarias de la red estatal con su trazado tortuoso, estrecho y sin arcenes. Otra actuación presupuestada dentro del mismo eje es la redacción de un nuevo estudio informativo para la autovía A-40 de Teruel a Cuenca, dotado con 350.00 euros. Esta reivindicada infraestructura sale así del olvido.

En el corredor de la A-68, se destinan 1,7 millones al estudio informativo de la autovía desde Fuentes de Ebro a Valdealgorfa. También en el eje de la N-232 se presupuesta la finalización de las obras entre Ráfales y Castellón con 7,9 millones de euros. Dentro el Bajo Aragón histórico se desatasca la variante de Alcorisa de la N-211 con una partida de 4,7 millones de euros y se dan los primeros pasos para la circunvalación de Calanda con una partida de 406.000 euros.

La gran asignatura pendiente de Fomento, la mejora del tren Zaragoza-Teruel-Sagunto, se tendrá que conformar con 42 millones para construir apartaderos y mejorar las instalaciones. También es Fomento el encargado de financiar la restauración de la Torre Gótica de Alcañiz con 331.000 euros, mientras que las murallas de Mirambel se rehabilitarán con 106.000 euros de Cultura.

La sociedad estatal de Aguas de las Cuencas de España tiene previstos 3,9 millones para el recrecimiento de la presa de Santolea, seguidos de otros 10 en 2019 y 6 en 2020. Interior se olvida del nuevo cuartel que reclama Utrillas tras el cierre del actual por ruina. El Ayuntamiento advirtió de que si no se presupuestaba la sustitución cancelaría la cesión de la sede provisional.