"Quiero una plaza fija porque da seguridad"

Alicia Amor es una de los miles de enfermeras que han pasado varias horas al día durante los últimos meses rodeadas de apuntes, test y libros. A sus 32 años, esta sanitaria reconoce que desde que terminó la carrera en 2013 no ha dejado de trabajar. Ha encadenado contratos temporales, con parones más o menos largos, pero tiene claro que conseguir una plaza fija en el Salud "da seguridad", sobre todo, a la hora de formar una familia.

Para conseguir esa estabilidad, ha convertido una de las habitaciones más grandes de su casa en su particular santuario dedicado al estudio de la oposición del día 8, en la que cerca de 15.000 enfermeras se disputarán 861 plazas que oferta el Salud. Ella juega con cierta ventaja porque en los últimos años no ha parado de estudiar cursos de diferente índole y eso, afirma, permite mantener unos hábitos para asimilar conocimientos.

Aun así, Alicia siempre intenta que hincar los codos no se convierta en una "condena". "Lo que pretendo es que no sea una obligación porque si te lo impones, acabas frustrándote. Mi rutina es destinar unas cuatro horas al día a estudiar, aunque no tengo un horario fijo porque depende del turno que tenga en el hospital Clínico, que es donde trabajo actualmente. Me gusta también reservar tiempo para otras cosas", asegura.

"Las que lo tienen realmente difícil son las madres de familia que tienen que compaginar los estudios con sus hijos. Por eso creo que es importante tener una plaza fija antes de tener un niño", admite delante de los cuadernillos (todos ellos subrayados y con marcas en aquellos contenidos que han salido alguna vez en un examen).

Durante estos últimos meses, Alicia ha acudido una vez por semana a una academia, "porque entiendo que es donde pueden asesorarte, desgranar cada tema y decirte que es lo que normalmente preguntan". En total, entran 54 temas de enfermería y 16 sobre legislación, que es seguramente el caballo de batalla para muchos sanitarios. "Aunque es difícil estudiar esos temas, saberlos es lo que marca la diferencia entre los opositores", explica Alicia, que admite que además gran parte del éxito radica en "saber enfrentarse a los exámenes tipo test". "Lo que te aconsejan es que dediques más o menos un minuto por pregunta. Si no te la sabes, debes pasar a la siguiente", explica. La prueba consta de 110 preguntas (diez de ellas de reserva).

Son las segundas oposiciones de Alicia. En 2014, recién graduada, decidió probar suerte. "Tampoco veo muy claro que apruebe estas porque he empezado a prepararme muy tarde, en el mes de septiembre. Pero, ¿cómo no iba a intentarlo? No me desanimo, porque sé que el año que viene hay otras plazas convocadas", afirma la enfermera, que destaca la importancia de que Sanidad regularice las oposiciones. "Si sabes que cada dos años va a haber pruebas no tienes tanta presión", concluye.