Tres procesiones varían su itinerario por obras en el casco histórico de Huesca

La lectura del pregón reunió ayer a numerosos fieles y autoridades en la iglesia de Santo Domingo y San Martín.

El cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, junto al obispo de Huesca, Julián Ruiz.
El cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, junto al obispo de Huesca, Julián Ruiz.
Rafael Gobantes

Los tambores empezaron a sonar este viernes en el Coso de Huesca para anunciar la llegada de la Semana Santa en la capital oscense, declarada de Interés Turístico Regional y que arrancó con el pregón pronunciado por el cardenal arzobispo de Barcelona, el aragonés Juan José Omella, en la iglesia de Santo Domingo y San Martín.

Omella tuvo palabras cariñosas para recordar su paso por la diócesis de Huesca, de la que fue administrador apostólico tras la muerte de Javier Osés y hasta la legada de Jesús Sanz. Habló de la familia y la juventud y señaló que la Semana Santa son días para mirar a Cristo. Tras la lectura del pregón, la Coral Oscense, dirigida por Conrado Betrán, ofreció un concierto.

Las procesiones comenzarán este domingo, Domingo de Ramos, con la cofradía de San José y Santa Ana, que escoltará el paso de la entrada de Jesús en Jerusalén. Este es uno de los tres desfiles que este año han tenido que cambiar su itinerario debido a las obras de reurbanización acometidas en la plaza Lizana, en el centro histórico de la ciudad.

Aunque los trabajos han terminado, se ha considerado oportuno proteger el pavimento unos días más, evitando el paso por el tramo que une la cuesta de Santiago con la plaza. La procesión, que sale de la Catedral, discurrirá por la calle Las Cortes para llegar a la plaza Arista, seguir por Azara y Sancho Abarca.

La procesión de Jesús el Nazareno, el Miércoles Santo, también debe cambiar su trayecto ya que, al salir de la catedral, baja por la cuesta de Santiago hasta el tramo en obras. Este año discurrirá por la calle las Cortes, plaza Arista y Azara para llegar a la parte de abajo de la plaza Lizana y salir al Coso Alto.

Este itinerario viene marcado por el encuentro del paso, de la cofradía Jesús Nazareno, con la imagen de la Inmaculada en la plaza del mismo nombre. Es uno de los momentos más emotivos de esta procesión.

Asimismo, la procesión del Viernes Santo cambiará su recorrido por tercera vez en sus 153 años de historia. La primera vez fue en 1940, por las obras de reconstrucción tras la Guerra Civil. La segunda, en 2015, por la obras de reurbanización del Coso. Este año tampoco llegará a la catedral.

Era un posibilidad que ya contemplaba la Archicofradía de la Santísima Vera Cruz, que organiza el solemne desfile con la participación de todas las hermandades, por lo que ya se diseñó un recorrido alternativo. A su llegada a la plaza Arista, en lugar de seguir por la calle Las Cortes irá por Azara. El paso del Cristo del Perdón, debido a su altura, no podrá pasar bajo el arco por lo que, en la plaza de San Pedro, se desviará por la travesía Cortes para sumarse a la procesión cuando esta emprenda la calle Moya para salir al Coso. Seguirá por los Porches de Galicia, Berenguer, San Orencio, plaza San Lorenzo y Coso Bajo hasta Santo Domingo.

El desfile de Romanos, el Viernes Santo a las 14.00, también debe cambiar su recorrido por la restricción de paso en Lizana.

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