Rebajan la pena a un violador porque el juez tardó cinco años en mandarlo detener
Una prueba de ADN identificó al agresor en 2011, pero el instructor no decretó su busca y captura hasta 2016. El fiscal pedía 10 años de cárcel, pero la atenuante muy cualificada de dilaciones indebidas ha dejado la pena en 5 años.
La Audiencia de Zaragoza acaba de condenar a cinco años de prisión a Gabriel Pandel por la violación de una joven en un descampado situado entre la plaza de Tenerías y la calle de Alonso V de Zaragoza. Los hechos se produjeron el 21 de noviembre de 2007, pero no fue hasta hace unos días cuando se celebró el juicio. Como ha reconocido ahora el tribunal, esta tardanza no está justificada, ya que fue el 23 de marzo de 2011 cuando gracias al ADN se identificó al agresor en Francia. "Y puesto en conocimiento del juez de instrucción, hasta el auto de 2 de marzo de 2016 este no decreta la busca y captura (europea)", dice la sentencia.
Tal y como planteaba la abogada del encausado, Carmen Sánchez Herrero, la Sala entiende que "hubo unas dilaciones indebidas atribuidas al juzgado". Y ello le ha servido al violador para que le apliquen una atenuante muy cualificada, de forma que su condena se ha visto reducida en un grado. De hecho, la Fiscalía pidió una pena de diez años de cárcel por la agresión sexual y esta se ha quedado en la mitad.
La dejó inconsciente y desnuda
Cuando ocurrieron los hechos, el acusado tenía 32 años y la víctima 24. Aquella noche, la joven tenía intención de dormir en el albergue municipal, pero como llegó tarde, se le denegó la entrada. La chica, que según la sentencia iba bastante bebida, se fue a un parque cercano a esperar a su novio. Pero quien se presentó allí fue Gabriel Pandel, quien le dio un puñetazo y la dejó inconsciente. Aprovechándose de esta circunstancia, el hombre la arrastró hasta un colchón abandonado, la desnudó de cintura para abajo y la violó.
Cuando se despertó a la mañana siguiente, la chica seguía desnuda y se le habían llevado la documentación y las dos sortijas que llevaba puestas (una de oro y otra de plata). Pero el tribunal no ha condenado por este robo al encausado por entender que cualquiera pudo arrebatarle las joyas cuando estaba inconsciente. La víctima tuvo que pasar cinco días en el hospital y tardó 30 días en recuperarse.
