Tres años de prisión por circular en dirección contraria por la Ronda Norte con un Audi A-5

El kamikaze, vecino de Pedrola, circuló de forma indebida durante 18 kilómetros desde La Puebla de Alfindén hasta Alfajarín.

El conductor del Audi A-5 condujo en dirección contraria por la Ronda Norte de Zaragoza de madrugada.
El conductor del Audi A-5 condujo en dirección contraria por la Ronda Norte de Zaragoza de madrugada.
Guillermo Mestre

Tres años de prisión. Esa es la condena que un juez ha impuesto a Gabriel A. B, de 27 años, por circular ebrio y en dirección contraria con un Audi A-5 por la A-2 y la AP-2. La detención del temerario conductor, vecino de Pedrola, se produjo el pasado 25 de febrero, tras una peligrosa huida de 18 kilómetros que se inició en La Puebla de Alfindén y concluyó en Alfajarín. Según el atestado de la Guardia Civil, pese a que los hechos ocurrieron de madrugada, el fugado se cruzó con una docena de camiones, que sorprendidos le echaron las luces para que se apartara. Afortunadamente, no se produjo ningún accidente ni hubo que lamentar víctimas.

Cuando las patrullas de la Guardia Civil lograron darle alcance, el kamikaze ni siquiera quiso someterse a la prueba de alcohol. De hecho, dijo a los agentes que le importaba poco la multa. Según informó entonces la Comandancia de Zaragoza, el conductor fue detectado sobre las 3.15, a la altura de La Puebla de Alfindén, donde la Agrupación de Tráfico había establecido un control de alcohol y drogas en sentido Barcelona. De repente, los guardias observaron como un turismo se aproximaba a ellos a gran velocidad, pero no lo hacía por la calzada donde estaban ellos sino por la contraria.

La Guardia Civil montó rápidamente un dispositivo de seguimiento para interceptar al kamikaze, pero este hizo caso omiso de las señales luminosas y acústicas que lanzaron dos patrullas para que se detuviera. De hecho, durante el juicio, los funcionarios declararon que el fugado estuvo acelerando y frenando y llegó incluso a apagar las luces para intentar dejarlos atrás. Según la sentencia, tras circular de forma indebida por la Ronda Norte (A-2), desde el kilómetro 230 al 240, el temerario se introdujo en la AP-2, donde recorrió otros ocho kilómetros en sentido inverso. En un momento dado, el fugado hizo una maniobra de cambio de sentido y continuó la huida en sentido Barcelona.

Las patrullas de la Benemérita que perseguían al vecino de Pedrola tuvieron que detenerse al toparse con unas biondas metálicas que les cortaban el paso. Sin embargo, los compañeros de Atestados vieron pasar después al temerario y lograron interceptarlo a la altura del kilómetro 341,5. El conductor y único ocupante del vehículo, que presentaba claros síntomas de circular bajo los efectos del alcohol, se negó a someterse a las pruebas de alcoholemia y drogas. Durante el juicio, que se celebró solo unos días después, el encausado, al que representaba el letrado Jesús López Loshuertos, intentó justificar su inexplicable conducta diciendo que iba a una discoteca en Fraga y no era consciente de lo que hacía porque había bebido mucho.

El juez ha impuesto a Gabriel A. B. una pena de dos años y medio por la conducción temeraria y otros seis meses por negarse a la prueba de alcohol. A ello se suman una multa de 2.160 euros y la privación del derecho a conducir vehículos a motor durante ocho años, lo que significa que perderá la licencia y tendrá que volver a sacársela. La defensa tiene intención de recurrir el fallo.

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