Calatayud prohibirá el llenado de piscinas privadas en caso de que la sequía se agrave

Estado actual del embalse de La Tranquera, que se encuentra al 33% de su capacidad pese a las lluvias de las últimas semanas.
Estado actual del embalse de La Tranquera, que se encuentra al 33% de su capacidad pese a las lluvias de las últimas semanas.
Macipe

El Ayuntamiento de Calatayud prohibirá que se llenen las piscinas privadas en caso de extrema sequía.También cerrará fuentes y restringirá el baldeo de vías, el lavado de vehículos con manguera y el riego de zonas verdes y deportivas. Estas son algunas de las medidas que contempla el plan de emergencia municipal, aprobado en junta de gobierno con el respaldo de PP, PAR, Ciudadanos y CHA, la abstención del PSOE y la negativa de Aragón Sí Puede. El documento, obligatorio para aquellas ciudades cuyos sistemas de abastecimiento atiendan a más de 20.000 habitantes, ha sido remitido ya a la Confederación Hidrográfica del Ebro, que tendrá que dar su visto bueno.

Durante la fase de normalidad, cuando el embalse de La Tranquera esté por encima de los 15 hectómetros cúbicos (actualmente almacena 27), se contempla analizar las posibilidades de reutilización de las aguas residuales y atenuar el consumo con campañas de información y sensibilización.

En la de prealerta, cuando no llegue a los 15 hectómetros, el plan recoge la activación de campañas de ahorro y concienciación entre los usuarios, especialmente con los agricultores al ser "el primer uso sobre el que se establecerán restricciones", o empezar a valorar la elevación del agua del Jalón hasta La Tranquera.

Para la de alerta, entre los 10 y los 7, se apunta a la posibilidad de restringir el uso para riego de jardines, piscinas o baldeo de calles, así como de reducir la presión nocturna en la red urbana. En la de emergencia, cuando la reserva se quede en los 7, se prohibirá el llenado de piscinas privadas, el baldeo de vías, el lavado de vehículos con manguera –salvo los negocios dedicados a ello– y el riego de zonas verdes y deportivas. Además del agua que llegue de la Tranquera, el documento plantea recurrir a pozos considerados "estratégicos", como los de Ribota, Valdeherrera, Cifuentes o Meli.

En este punto, se valora la posibilidad de "imponer incrementos de tarifas" y penalizar "consumos excesivos" para evitar usos superfluos, aunque se tendrían en cuenta "medidas para no perjudicar a familias con menos recursos".

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