Aragón será el centro neurálgico del coche eléctrico pero apenas favorece su utilización

Aunque el nuevo Corsa eléctrico se fabricará en Figueruelas, la comunidad cuenta con una escasa red de puntos de carga y los usuarios comentan que el fomento del vehículo eléctrico es inferior a otras autonomías.

Imagen promocional del Corsa eléctrico.
Imagen promocional del Corsa eléctrico.

La planta de Opel en Figueruelas fabricará a partir de 2020 la nueva versión eléctrica del Corsa, el modelo con el que PSA quiere posicionar a la firma en el mercado de las bajas emisiones. El anuncio de la fabricación se dio en noviembre y ha sido ratificado posteriormente una vez salió adelante el complicado proceso de negociación del nuevo convenio colectivo de la factoría.

Así pues, Aragón se posicionará como uno de los centros neurálgicos del vehículo eléctrico en España en menos de dos años, un sector que pese a la innovación que trae consigo y que muchos ven como un alternativa ya presente a los combustible fósiles (dejando a un margen la explotación que pueda tener el otro gran combustible alternativo, las pilas de hidrógeno), no acaba de calar en España.

La península ibérica es una de las zonas de Europa con menor red de carga para estos vehículos, algo que queda especialmente patente en Aragón, una región marcada por las distancias importantes entre núcleos. “Hoy los vehículos eléctricos medios que ya están en el mercado tienen una autonomía que permiten hacer viajes. Hablamos de entre 250 y 400 kilómetros, que superan los 600 en modelos premium como el Tesla. Solo hace falta una red de carga adecuada para salir a la carretera con garantías”, explica César Bernal, delegado de la Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos en Aragón y usuario de un coche eléctrico desde 2014.

El problema en Aragón queda patente sin salir de Zaragoza. La ciudad cuenta actualmente con 35 puntos de carga, pero cuatro de ellos se encuentran en hoteles y otros tanto en talleres. Se da la paradoja de que debido a la obsolescencia de algunos de ellos, la capital tiene hoy ocho puntos menos que los que tenía en 2012. Y para más problema para los conductores de coches eléctricos, en la actualidad el Ayuntamiento de Zaragoza está actualizando su red, por los que muchos se encuentran inhabilitados temporalmente hasta que se instalen 16 puntos nuevos en los próximos meses.

Eso sí, todo será para mejor. Fuentes del Ayuntamiento de Zaragoza explican que estos nuevos puntos de carga mejorarán en tiempo, con 14 de carga media y 2 de carga rápida que permitirán llenar aproximadamente más de la mitad de la batería en apenas media hora. Su ubicación, explican las mismas fuentes, sigue sin estar definida y está pendiente del desarrollo del nuevo Plan de Movilidad Sostenible.

Pero más allá de Zaragoza, el paisaje se vuelve más desolador. En la provincia de Huesca apenas se encuentran una decena de puntos, muchos de ellos en hoteles, mientras que en Teruel se reducen únicamente a estacionamientos hoteleros. La red del alto Aragón no obstante permite desde finales de este mes cargar en la que es la primera electrolinera de Jaca, un enlace importante para la conexión con Europa.

“Que Calatayud por ejemplo, la cuarta ciudad en importancia en Aragón, no tenga ni un punto de recarga, es destacable de cómo está el panorama”, señala Bernal, quien achaca a este problema buena parte de la escasa presencia de vehículos eléctricos en Aragón, donde en la actualidad solo hay matriculados 175 turismos de este tipo, una cifra que no obstante se ha multiplicado por cuatro desde 2013, cuando los modelos eran mucho más reducidos.

Ayudas estatales que se agotan y sin subvención autonómica

El precio más elevado de media de los vehículos eléctricos tampoco ayuda, según Bernal. “Aunque lo hagas por convencimiento medioambiental, o porque confías en la tecnología, es entendible que a mucha gente le tire para atrás pagar más por un vehículo que a día de hoy no le da una independencia completa”, comenta.

A este respecto los usuarios del vehículo eléctrico llevan años demandando mejores ayudas. El Gobierno central lanzó durante 2017 dos planes específicos para la compra de eléctricos e híbridos: los planes Movea y Movalt, dotados con 15 y 20 millones de euros respectivamente. Ambas ayudas se agotaron en cuestión de horas, en gran parte porque había acumuladas ayudas de planes anteriores que tampoco alcanzaron toda la demanda.

A nivel autonómico, Canarias, País Vasco, Castilla y León, Comunidad Valenciana, Andalucía, Madrid y Cataluña han habilitado en los últimos años ayudas que en algunos casos también subvencionaban la compra y en otros la instalación de puntos de recarga, algo que no ha entrado en los presupuestos de Aragón en el último lustro. Sí que hay exenciones del 75% al impuesto de circulación en Zaragoza, donde además los coches eléctricos pueden aparcar gratis en la zona azul mientras el Ayuntamiento estudia nuevas opciones para el Plan de Movilidad, entre las que podrían estar ayudas específicas para que el sector del taxi se pase al mundo eléctrico, o dar algunas preferencias de circulación.

¿Y si no tengo plaza de garaje en propiedad puedo instalar un punto de carga?

Esta es una de las grandes dudas que más reciben en la Asociación de Usuarios de Vehículos Eléctricos. “Puedes instalar un punto de carga en una plaza de alquiler, donde el propietario no tiene porque poner problemas y no suele ponerlos. El único problema es que al no tener un contador propio en ese garaje, hay que dar de alta un nuevo contrato y un punto de suministro, y ahí los trámites con las eléctricas pueden alargarse un poco”, señala Bernal.

A este respecto, si se cuenta con una plaza de garaje en propiedad, la normativa actual permite instalar un punto de carga solo notificando a la comunidad, sin necesidad de que haya una aprobación del administrador de la finca o los vecinos. En la actualidad, según el último plan de ayudas, existe una subvención para instalar este cargador, que puede ir de los 600 a los 1.200 euros aproximadamente en función del tipo de enchufe que se escoja y las obras de cableado que se necesiten.

La actualización de las empresas auxiliares, la otra gran batalla

En el mundo industrial, el otro caballo de batalla de cara a la llegada del Corsa está en la adaptación que deberán realizar las industrias auxiliares que hoy trabajan para Opel y que deberán actualizarse a tecnologías como baterías para seguir conservando esta cuota de mercado. En torno a esto, UGT pidió a la DGA hace unas semanas que convocara a la mesa de la automoción para comenzar a tratar planes de mejora para adaptarse lo mejor posible a la llegada de los eléctricos, un emplazamiento que ya ha recibido el Gobierno de Aragón, quien se comprometió a convocar este encuentro en las próximas semanas.

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