El impago de la DGA impide las mejoras en los comedores escolares gestionados por padres

"La DGA nos debe desde principio de curso las becas de comedor, que suponen unos 15.000 euros, y los menús de las monitoras, que son otros 7.000. No tenemos margen de maniobra para afrontar nuestros pagos, no solo nos endeudamos con los proveedores sino que va a llegar un momento en el que no vamos a poder afrontar las nóminas".

Quien describe esta situación es Nacho Corral, portavoz del AFA Comedor Abierto El Espartidero, uno de los dos colegios zaragozanos que el curso pasado puso en marcha un comedor autogestionado para quitar el cáterin y contar con una cocina propia. De los 650 niños que asisten al colegio, una media de entre 420 y 430 se quedan a comer y de ellos hay 29 alumnos becados.

Corral critica que el Gobierno aragonés se comprometió a abonar en enero el coste de los menús de las monitoras, que este año han recuperado su derecho a comer gratis en el centro (ya que su jornada coincide con el horario de comidas). Esta ventaja les fue suprimida en la pasada legislatura. "Las grandes empresas que prestan servicio en los centros escolares tienen capacidad para asumir estas deudas durante unos meses, pero a nosotros nos pone en una situación crítica", lamenta Nacho Corral. La plantilla con la que cuentan es de 19 monitoras (personal de atención y vigilancia) y cinco personas en cocina.

Estos impagos también afectan al colegio Agustina de Aragón de Zaragoza, el otro centro que también apostó por este servicio autogestionado. Belén González, del APA y de la empresa gestora del comedor, explica que el dinero lo "adelanta" el centro de sus fondos, pero que no pueden acometer las inversiones que les gustaría en las instalaciones. "Tendríamos que tener un superávit con el que querríamos variar algo más el menú y llevar a cabo algunas mejoras como cambiar el lavavajillas, pero en esta situación es imposible", explica. Calcula que la DGA les debe 1.900 euros de las monitoras y 4.300 de los becados. De los 612 chavales que asisten a clase, unos 420 son usuarios del comedor (50 becados) y cuentan con 23 monitoras.

Más allá de las cifras, las familias del Espartidero y Agustina de Aragón están encantadas con el cambio, ya que los niños comen productos de cercanía, cocinados el mismo día en las instalaciones, siguen la normativa de la DGA y las recetas son revisadas por la Asociación Celiaca Aragonesa.

Los pagos están dentro de plazo

Educación asegura que los pagos están dentro de los plazos. Explica que el déficit de los comedores se asume a curso vencido, pero que ha introducido mejoras para los menús de las monitoras. Estos, apunta, se van a satisfacer trimestralmente y en enero los centros empezaron a enviar los justificantes. "Ya está contabilizado y el pago se hará ahora", afirman.

Acerca del proceso de las becas de comedor dice que se ha agilizado para que se puedan cobrar "cuanto antes", pero sin fecha. Recuerda que en el curso 2016-2017 se reembolsaron a principios de mayo del año pasado, en el 2016-2016 en julio de 2016 y en el 2014-2015 el 1 de junio de 2015.

En Zaragoza hay otros seis colegios que desde hace tiempo autogestionan este servicio: Doctor Azúa, Cesáreo Alierta, César Augusto, Eliseo Godoy, Tío Jorge y San Braulio. Desde el ampa del Tío Jorge manifiestan que aunque sufren el mismo problema y desean que se agilicen los pagos, estas acostumbrados a "lidiar" con estos inconvenientes gracias a la economía más o menos saneada del centro y la implicación del equipo directivo.