Jaime Mayor Oreja (San Sebastián, 1951) participó este martes en el foro organizado por la Asociación de Directivos y Ejecutivos de Aragón (ADEA), donde reflexionó sobre el panorama sociopolítico actual desde la posición "privilegiada" que le han otorgado 35 años en la vida pública, según dijo al comenzar su intervención, en la que el nacionalismo fue la clave de bóveda.

El expolítico (abandonó la primera línea en 2014 para dedicarse a dar clases en la universidad y presidir la Fundación Valores y Sociedad, de la que fue también precursor) consideró que el nacionalismo es desde hace años uno de los principales problemas de España. Ante un auditorio repleto de empresarios, directivos y algunos representantes públicos como el delegado del Gobierno en Aragón, Gustavo Alcalde, y el consejero de Desarrollo Rural y Sostenibilidad Vivienda, Joaquín Olona, explicó que no hay tres corrientes nacionalistas en España (refiriéndose a los independentistas catalanes, vascos y gallegos) "si no un único movimiento que se ha ido pasando el testigo a lo largo de los años".

En este sentido, Mayor Oreja opinó que en España ha habido "tres vanguardias" nacionalistas: "ETA, el plan Ibarretxe y Puigdemont". El objetivo de las tres, abundó, fue romper el país: "la primera desde la brutalidad total, la segunda pretendía la ruptura sin rebelión y la tercera quería ruptura y rebelión".

Aunque habló en pasado de la escalada independentista del ‘expresident’ de la Generalitat, señaló que sus planes no acabaron con las elecciones del 21 de diciembre. "El siguiente paso (de los independentistas catalanes) es legalizar el derecho a decidir, los referendos al estilo Québec". A su juicio, el independentismo en España ha triunfado por los "complejos" que tiene el conjunto de España. "La nación más antigua de España no ha entendido todavía que es una nación", lamentó.

"No volveré a la política"

Mayor Oreja también habló de la banda terrorista ETA, desde su condición de vasco y exresponsable de Interior. "Tuve que superar dos miedos: el físico, a que me metieran un tiro, y el que sentía por expresar mis ideas".

Cuestionado por el papel del Gobierno del PP, el que fuera compañero de gabinete de Mariano Rajoy esquivó dar su opinión personal. "Estoy fuera de la política", dijo en repetidas ocasiones. Sí que abundó algo más en su parecer sobre otros partidos, como Podemos o Ciudadanos.

"Nunca despreciaría a Podemos, aunque está en mis antípodas", señaló el exministro, que añadió que la formación morada es "populista" y juega en España "el mismo papel que el Frente Nacional en Francia y el brexit en Reino Unido". Los votantes de este tipo de partidos, zanjó, son gente "que está enrabietada con su propia vida". Sobre el partido liderado por Albert Rivera, opinó que es "otra cosa" que pertenece a lo que él denomina "nuevo orden mundial": "un liderazgo emergente" que ha surgido en prácticamente todos los países occidentales y que ha adquirido signos diferentes.

No obstante, confesó que no echa de menos la primera línea y descartó la vuelta a la política. "Segundas partes nunca fueron buenas", dijo.