Una visita a las cascadas de los Amanaderos de Riodeva

El espectacular barranco de Amanaderos, en el término municipal de la localidad turolense de Riodeva, es un enclave de espectaculares cascadas que, en esta época, tras las nieves y precipitaciones,vive un momento idóneo para disfrutar de la belleza de este paisaje fluvial y la singular orografía del sur de Teruel.

Salto de agua en los Amanaderos de Riodeva.
Salto de agua en los Amanaderos de Riodeva.
Web Comarca Comunidad de Teruel

La ruta de los Amanaderos de Riodeva es uno de los senderos estrella de la comarca Comunidad de Teruel. Se encuentra bien señalizado y parte desde la misma localidad. El recorrido brinda la oportunidad al caminante de conocer la variedad paisajística del sur de la provincia de Teruel, y deleitarse con un hermoso espectáculo final de cascadas, que tras las lluvias y nevadas han recuperado caudal, aunque nunca falta en este cauce del río Riodeva.

El tramo del Barranco de Amanaderos, de gran belleza paisajística, está acondicionado con escaleras y pasamanos desde donde contemplar los saltos de agua.

También es posible llegar en coche desde la localidad hasta el Salto de las Yeguas, pero se recomienda la ruta a pie, en total, unos 11,8 km, con un desnivel ± de 498 m. Se trata de un sendero circular, bidireccional, a realizar a pie. Tiene una dificultad media alta, por el desnivel y algún tramo peligroso. Coincide parcialmente con el GR-8.

El recorrido comienza en la localidad, bajo la ermita de la Inmaculada, junto al poste direccional del GR 8, con el que coincide parcialmente, y cuyas marcas seguiremos en la mayor parte del sendero. Se toma entonces el camino que remonta el río Riodeva por su margen derecha entre pequeñas huertas, y en 2 km acerca al caminante al Barranco Amanaderos.

Encontramos una balsa artificial a la que accedemos por unas escaleras, y en unos metros llegamos al Molino de Montereta, con un panel explicativo sobre sus usos y maquinaria. Este molino alberga el llamado CIREA (Centro de Interpretación del Río Riodeva y Los Amanaderos).

Desde aquí ascendemos por una senda que se adentra en el barranco llevándonos a los numerosos saltos de agua, todos ellos distintos entre sí. Los iniciales, entre otros el Salto del Molino, no son de gran envergadura pero sí tienen el encanto característico de la zona. Seguimos ascendiendo y encontramos un desvío para bajar al río y ver el Salto de Pedro Pérez o Salto del Estrecho, dentro de una cueva y con una caída de 20 m. Retomando de nuevo la senda, tras 200 m llegamos al Mirador de la Cueva, con una magnífica panorámica del Salto de la Virgen Blanca, el mayor de todos (48 m), al que accedemos por otra senda. Volvemos sobre nuestros pasos y nos alejamos un poco del cauce para encontrar el Salto de la Polaina (9 m), y a unos metros otro nuevo mirador.

Retomando la senda y ascendiendo, cruzamos el cauce en varios puntos por piedras entramadas en él, y más adelante dejamos de lado las marcas del GR para seguir la senda que nos lleva al Salto de las Yeguas. Antes pasamos por el Salto de las Ninfas (24 m), lugar idóneo para sentarse y disfrutar del encajonamiento del barranco y la vegetación, con una pequeña poza de agua cristalina. Ascendemos por unas escaleras pasando junto al Monumental Pino Laricio, y unas barandillas habilitadas nos llevan al Salto de las Yeguas (22 m), rincón espectacular digno de visita y tiempo para admirar.

Sobre este salto encontramos dos paneles con información de los senderos de la zona y los diversos saltos de agua, y un aparcamiento en caso de querer acercarse en coche hasta aquí. Retornamos a Riodeva volviendo sobre nuestros pasos y disfrutando también de las vistas del barranco en el descenso, un tanto dispares a las del ascenso.

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