El AVE Zaragoza-Barcelona cuadruplica los viajeros en su décimo aniversario

La línea alcanza los 85,5 millones de pasajeros y la capital aragonesa aporta un 21%

Un tren de alta velocidad Zaragoza-Barcelona, en la estación de Delicias, hace dos semanas.
Un tren de alta velocidad Zaragoza-Barcelona, en la estación de Delicias, hace dos semanas.
José Miguel Marco

Renfe celebra el décimo aniversario de la llegada de la alta velocidad a Barcelona con un salto exponencial en el tráfico de viajeros con Zaragoza, que se ha cuadruplicado. Si en 2007, cuando los trenes Altaria aún cubrían parte del trayecto por la línea convencional, optaban por viajar en ferrocarril 196.000 personas entre las dos capitales, ahora lo hacen 783.000. Los números demuestran que el público ha respondido a la conjunción de un medio de transporte que no tiene rival en los viajes de negocios por su rapidez, fiabilidad y elevado número de frecuencias. Incluso atrae a usuarios ocasionales y turistas con el giro comercial que dio hace cinco años, que reforzará con el lanzamiento del AVE de bajo coste, el EVA, dentro de un año en el corredor.

La línea Madrid-Barcelona ha transportado a 85,5 millones de personas en la década transcurrida desde que se completó el trazado con la puesta en servicio del tramo entre las estaciones de Camp de Tarragona y Sants. La contribución de Zaragoza no ha sido desdeñable, ya que solo con Barcelona se han movido en este periodo más de 5 millones de viajeros, a los que se unen otros 13 millones en la relación de mayor demanda, Zaragoza-Madrid.

La aportación de Zaragoza

La estadística demuestra que sumando solo estos dos trayectos que tienen origen y destino en la terminal de Delicias representan un 21% de los viajeros que se han movido en la última década en el corredor de alta velocidad.

La evolución de la línea no solo se explica por el hecho de que se haya completado el trazado y los trenes tarden la mitad de tiempo que un vehículo particular entre Zaragoza y las dos capitales. La oferta es más que amplia, ya que los viajeros disponen de una veintena de convoyes a lo largo del día para trasladarse a Madrid y aún más, 31, si el desplazamiento se hace a Barcelona.

En este segundo caso, los pasajeros se benefician de la situación estratégica de Zaragoza, dado que a la oferta de trenes de alta velocidad Madrid-Barcelona se suman los Alvia que parten de la Ciudad Condal y que en Zaragoza siguen por ferrocarril convencional hacia el noroeste del país.

Tampoco se podría explicar el éxito de la alta velocidad sin especificar que la oferta casi se ha triplicado, ya que se ha pasado de una programación diaria de poco más de una decena de trenes entre Zaragoza y Barcelona a 31 en los diez años transcurridos. Tampoco se entendería sin apuntar la rebaja de tarifas aplicada en 2013, que permitió al tren batir anualmente sus registros.

De hecho, el récord de viajeros entre Zaragoza y Barcelona se mantuvo invariable desde su estreno en los 602.000 del primer año, que coincidió con la Expo. Con la reducción precios, se superó esa barrera cinco años después y desde entonces se mejora el dato cada ejercicio, hasta llegar a los 783.000 de 2017.

El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, se ha subido este martes al AVE para celebrar los diez años del corredor Madrid-Barcelona y  ha calificado de "espectaculares" los resultados cosechados, que han permitido al ferrocarril alcanzar una cuota de mercado del 63% frente al avión pese a su recuperación en el último año. En el caso de Zaragoza, ya no había competencia con el aeropuerto cuando el AVE inició su andadura en 2003 entre Madrid, Zaragoza y Lérida, de la que se cumplirán quince años el próximo mes de octubre.

En su opinión, el crecimiento del AVE ha sido "escalonado», en función de la ampliación del servicio con nuevos tramos –en 2013 se prolonga hasta la frontera francesa–, frecuencias y composiciones de los trenes. "El AVE es un caso de éxito, pero a partir de 2020 el escenario cambiará completamente con la liberalización del transporte ferroviario de viajeros en la UE», informó Efe.

Para adelantarse a la competencia privada, la compañía prepara el lanzamiento de su propio AVE de bajo coste, un producto que funciona con éxito en Francia y que en España se comercializará a partir de 2019 con una rebaja de precio de entre el 20% y el 25%. "Necesariamente tenemos que introducir productos frescos que nos permitan competir en mejores condiciones», ha dicho antes de descartar a los medios de comunicación que le acompañaron en su viaje a bordo del AVE la privatización de Renfe.

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