Heraldo del Campo

Cuarenta ediciones sin faltar un día

FIMA comenzó a celebrarse en 1964 y lo ha hecho desde entonces durante 40 ediciones (es bienal), en las que no han dejado de participar once compañías.

FIMA en la Feria de Muestras de Zaragoza.
FIMA en la Feria de Muestras de Zaragoza.
Asier Alcorta

A lo largo de la trayectoria de la Feria Internacional de Maquinaria Agrícola (FIMA) han sido millares las empresas que han participado en el certamen. Sin embargo solo un exclusivo grupo de once compañías se han mantenido totalmente fieles a FIMA, con su presencia en todas y cada una de sus 40 ediciones. De ellas, tres son aragonesas: Geplasmetal servicios comerciales, Maquinaria agrícola El León y Muelles Díaz. A estas tres empresas hay que sumar otras siete procedentes de otras provincias españolas: Claas Ibérica, Lander, Comercial de Mecanización Agrícola (Comeca), Goizper, John Deere Ibérica, Motocultores Pasquali y Same Ibérica. El Ministerio de Agricultura completa este elenco.

El director de Desarrollo de Negocio de Comeca, Mariano Navarro, empresa de Guadalajara, asegura que la Feria es "la mejor oportunidad para dar a conocer novedades y, sobre todo, para consolidar relaciones, hacer nuevos contactos, principalmente extranjeros y conocer nuevos mercados en los que queremos empezar a trabajar". "Pese a que ahora existen tecnologías como las redes sociales -añade-, la feria da al cliente final la posibilidad de comparar todos los productos del mercado de una manera real y eso todavía es decisivo a la hora de comprar".

La empresa vasca Goizper Group es otra de las que no han faltado a su cita con FIMA. Desde esta compañía valoran la evolución del certamen "a medida que lo hace el mercado. Sabe adaptarse a las nuevas tecnologías y a los cambios que se reflejan en el sector agrícola. Se preocupa por ofrecer a los expositores nuevos servicios, reconocimientos a nuevos desarrollos e innovación, encuentros con exportadores extranjeros y atención ante cualquier necesidad que le planteas". Desde Goizper inciden en que FIMA ha sabido mantener la atracción para los visitantes ofreciendo foros y encuentros entre profesionales, contemplando los diferentes ámbitos incluyendo la agricultura ecológica y un gran número de acciones.

A juicio de Miguel Ángel Sobrino, director comercial de ADR Geplasmetal, empresa ubicada en Malpica y dedicada a la fabricación de componentes de remolques, "la feria ha ido creciendo año a año y cada vez atrae a un mayor número de clientes no solo nacionales, sino también extranjeros". "Permite tener cerca, conocer y saludar a gente de muchos puntos del mundo sin necesidad de hacer kilómetros", añade.

La superficie expositiva, la calidad de los productos y servicios exhibidos, el número de visitantes, la ubicación, el programa técnico… Cada empresa, cada proveedor ha encontrado a lo largo de cinco décadas una o varias razones para estar en FIMA. Y, por supuesto, como ratifican muchos asistentes, para repetir su presencia en años posteriores. Un compromiso que a juicio de los asistentes es "imprescindible en la estrategia de las empresas".

Globalización a paladas

El León se estableció en 1959 dedicada a la fabricación de máquinas para facilitar las labores agrícolas y ganaderas. Su producto de referencia, la pala cargadora, llegó al mercado en 1967. La expansión internacional de esta herramienta ‘made in Spain’ alcanza el continente europeo, donde el producto se convierte en un éxito. Su próximo desafío es continuar progresando en un mercado globalizado.

Sesenta años de calidad en espiral

La calidad es el factor alrededor del que giran los muelles que fabrica desde 1957 esta empresa ubicada en las afueras de Zaragoza. Una dilatada experiencia, un personal altamente cualificado y la maquinaria más avanzada hacen que esta empresa sea capaz de fabricar muelles a medida para cada cliente. Como sus propios productos, es una firma pequeña pero imprescindibles en cada edición del certamen agrícola.

Consolidarse para traspasar fronteras

La reciente compra de Geplasmetal por parte del grupo ADR ha llevado a la empresa a un proceso de redefinición que pasa por incrementar su gama de productos para comercializar ejes, suspensiones, frenos, ruedas, neumáticos y accesorios relacionados. La potenciación de la producción en Zaragoza junto a la experiencia de ADR serán claves para lograr uno de sus principales objetivos: una expansión internacional.

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