Un año más, la histórica feria presenta cifras extraordinarias. Se trata del mayor certamen en cuanto a expositores, superficie ocupada y visitantes de todos los que se celebran en España, sea del sector que sea, y es una de las cuatro ferias más grandes de Europa. Además, para Aragón tiene un impacto directo muy relevante, pues dejará en la región unos 300 millones de euros.

Este nuevo éxito de FIMA sitúa el foco en el debate sobre el futuro de la agricultura, la ganadería y la agroindustria en Aragón. Hoy por hoy es un sector sólido con cerca de 40.000 puestos de trabajo. Y sus expectativas son buenas. Junto a la automoción y la logística, es uno de los pilares económicos de la Comunidad. Una de las razones que auguran un buen futuro a la agricultura es la creciente necesidad de alimentos y de lograr energía a través de soluciones naturales. Ahora bien, desde las administraciones tiene que haber políticas de respaldo para que los jóvenes se incorporen al sector: facilitar tierras e infraestructuras, formación y también elementos que mejoren la calidad de vida en el entorno rural. Es necesaria una buena formación para mejorar la rentabilidad a través de la disminución de los costes de producción y las novedades tecnológicas. Precisamente, Manuel Teruel, presidente de la institución ferial, ha destacado que FIMA mostrará el "espectacular salto tecnológico" que está experimentando el sector.