El asesino de Andorra disparó 17 veces a los guardias civiles y perforó uno de sus chalecos

Tiroteó al ganadero José Luis Iranzo cuando se acercaba a su masía, a la que había entrado a robar. Los vecinos denunciaron 11 robos en masicos antes del ataque de Albalate y cuatro más después.

Norbert Feher, el 17 de diciembre, tras confesar los tres asesinatos de Andorra ante la juez.
El asesino de Andorra disparó 17 veces a los guardias civiles y perforó uno de sus chalecos
Jorge Escudero

Los guardias civiles del puesto de Alcañiz Víctor Jesús Caballero y Víctor Romero murieron acribillados por los diecisiete disparos que sobre ellos hizo Norbert Feher. Los dos llevaban el chaleco antibalas reglamentario, pero los proyectiles llegaron a traspasar al menos el de uno de ellos y le hicieron un orificio de medio centímetro a la altura del hipocondrio izquierdo. También tiene otros dos orificios en la zona costal izquierda.

Así lo revela el informe preliminar del forense que figura en el sumario y que será analizado minuciosamente por los abogados de las víctimas de este sanguinario personaje, que en apenas diez días asesinó a tres personas en Andorra y tiroteó a otras dos en Albalate dejándolas malheridas.

Se confirman de esta manera los temores mostrados hace un mes por la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), que dudó de la eficacia del material oficial que usaban sus compañeros fallecidos y anunció que exigiría responsabilidades por ello.

Igualmente, las diligencias judiciales contienen un informe del Instituto Armado que recoge que en los días previos al intento de asesinato de dos vecinos en Albalate ­­–ocurrido el 5 de diciembre de 2017– se habían denunciado 11 robos en otros tantos masicos de la zona. Todos con idéntico modus operandi –forzando las cerraduras– y el mismo objetivo: hacerse con comida, bebidas alcohólicas y ropa. Los once delitos se archivaron por "falta de autor conocido".

Siguió robando

En el intervalo transcurrido entre el tiroteo de Albalate y el de Andorra (perpetrado el 14 de diciembre) se denunciaron otros cuatro robos más, entre ellos el llevado a cabo en el masico de José Luis Iranzo, asesinado por Norbert Feher cuando vio al ganadero aproximarse a la vivienda la segunda vez que entró a robar.

Este informe confirma también lo que repitieron indignados los vecinos de la comarca: que antes del suceso de Albalate había una persona entrando en las fincas y que lo siguió haciendo después, sin que nadie tomara medidas especiales para dar con su paradero y sin alertar de su peligrosidad.

Además, en el informe consta que se tomaron huellas de una zapatilla en varias de las propiedades asaltadas, pero no figura ninguna referencia a huellas dactilares que se pudieran haber recogido en las viviendas.

Hay que recordar que contra Norbert Feher, también conocido como Igor el Ruso, pesaba una orden internacional de búsqueda y detención por otros asesinatos cometidos apenas un año antes en Italia, en la que se supone que constan reseñas fotográficas y dactilares del reclamado.

El levantamiento del secreto de las actuaciones ha permitido conocer la fría declaración prestada en el juzgado de Alcañiz el 17 de diciembre, dos días después de su detención por los crímenes. El sospechoso confesó sin ambages la autoría de los asesinatos, tanto de los consumados como de los frustrados, y trató de justificarse diciendo que creyó ver que las víctimas llevaban "algo" en las manos. Como en el caso de Iranzo, en el que incluso dijo que escuchó algo parecido al sonido que produce cuando se recarga un arma. Sin embargo, luego admitió que el vecino de Andorra realmente no llevaba nada y que le disparó en cuanto vio que iba a entrar en el masico.

Feher no ahorra detalles al contar cómo emboscó a los dos guardias civiles, con cuyo coche patrulla se encontró cuando huía en la furgoneta de Iranzo tras haberle matado. Dijo que al ver que eran "policías armados" les disparó en cuanto bajaron del coche, a una distancia de "no más de tres metros" y que lo hizo hasta 17 veces con las dos manos porque tenía dos pistolas. Les tiroteó hasta que cayeron al suelo. Luego cogió la pistola de uno de ellos y cargadores con munición del vehículo oficial. Después, se marchó con el coche de Iranzo hasta que se le pinchó una rueda, se salió de la carretera y se echó a dormir en un ribazo, donde fue detenido horas después.

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