El servicio de Vascular del hospital San Jorge de Huesca ha derivado en un año a 127 pacientes para ser intervenidos en Zaragoza. La falta de especialistas, en la plantilla han llegado a faltar hasta tres médicos, ha obligado a tomar esta medida desde hace meses para evitar que la lista de espera y las demoras se disparen.

El consejero de Sanidad, Sebastián Celaya, reconoce a raíz de una pregunta parlamentaria del Partido Popular que de los 127 pacientes derivados, 64 han sido atendidos en el hospital Nuestra Señora del Pilar y 63, en la Clínica Montpellier de Zaragoza. Además, a través de esta misma respuesta, Celaya explica que también han sido trasladados a la capital aragonesa 60 pacientes para consultas médicas de esta misma especialidad en el último año. En concreto, 54 fueron atendidos en el hospital Clínico y 6, en el Miguel Servet. Por el contrario, no se han trasladado pacientes para someterse a pruebas diagnósticas.

Algunos profesionales del hospital San Jorge de Huesca achacan esta situación al déficit de especialistas en algunas áreas, como es el caso del servicio de Vascular, que se ocupa de la cirugía de varices pero también de otro tipo de intervenciones. Aunque la plantilla oficial es de cuatro médicos, desde hace ya bastante tiempo ha sido imposible completarla y la atención la han estado ofreciendo uno o dos facultativos, por lo que para afrontar la lista de espera se tienen que adoptar medidas como la derivación a Zaragoza, según explica la vocal de Hospitales del Colegio de Médicos de Huesca, Teresa Villarroel.

Algunos pacientes han exigido una solución por los trastornos que los traslados ocasionan a los pacientes y sus familiares. No obstante, otros trabajadores consideran que es una buena alternativa para evitar que la demora se dispare por la falta de especialistas. Ante la falta de facultativos, por ejemplo, algunas fuentes recordaron que la unidad del dolor acumula varios meses de retraso

El déficit de profesionales es un problema común en todas las comunidades, aunque hay regiones como Aragón que lo sufren más por su dispersión geográfica. El consejero de Sanidad, Sebastián Celaya, trasladó hace unos meses su preocupación por esta cuestión al Consejo Interterritorial de Sanidad, donde se reúnen representantes de todas las autonomías. Entonces se acordó crear un grupo de trabajo para plantear soluciones inmediatas al problema. Para los responsables sanitarios aragoneses, la acción más efectiva en estos momentos es retrasar la edad de jubilación.

Hay que recordar que el anterior Ejecutivo autonómico aplicó la jubilación forzosa a cientos de galenos como medida de ahorro, pero esto ha generado una falta de recambio generacional en muchas categorías. Además, Aragón aboga por consolidar el empleo, ya que una de las críticas más repetidas es la temporalidad y precariedad de los empleos, e incentivar aquellas plazas situadas en centros periféricos. No obstante, la Asociación de Facultativos Especialistas Eventuales ha presentado un recurso de alzada contra esos baremos al considerarlos injustos y discriminatorios.