Arsuaga: "Aragón es una gran potencia para estudiar la época de los dinosaurios"

Desde la Universidad Complutense de Madrid hasta el Monte Carmelo en Israel. ¿Se imaginó en algún momento que iba a llegar a investigar en todas las partes del mundo?

No me imaginaba nada y es así como tiene que ser cuando uno se inicia en la investigación. Uno tiene que plantearse lo que le gusta hacer y empezar a hacerlo. No hay que ponerse metas, lo principal es disfrutar con lo que se hace. Yo siempre lo he hecho con mi trabajo y ese es el mayor premio posible.

¿Qué le inquieta ahora mismo?

Podemos explicar cómo se ha producido la evolución, cómo han ido surgiendo nuestras principales características o cómo se ha ido desplegando la vida en el tiempo geológico. Sin embargo, falta por conocer, o siempre se puede saber más, sobre cuáles son los procesos que producen las leyes naturales y las causas de los resultados. Ese es el tema de la biología evolutiva y es tan interesante, o más, que el hallazgo de los fósiles. Nuestra especie tiene rasgos muy singulares.

Somos entonces ‘La especie elegida’ tal y como se llama uno de sus libros.

Somos una especie única y especial, aunque todas lo son de alguna forma. No obstante, la manera de serlo de la nuestra no tiene precedentes. Es la única que hace ciencia, que investiga, que filosofa…

Después de tantos años trabajando, ¿todavía queda algo que le gustaría hallar?

Yo suelo decir que un investigador espera lo inesperado porque si esperara lo esperado no avanzaría. Así que espero que me sorprenda la investigación.

¿Con qué etapa de la evolución humana se queda?

Con esta en la que estamos ahora, porque es cuando podemos investigar y contestar a las preguntas. Nunca se ha hecho tanta ciencia como en este momento. Aunque si pudiera viajar en el tiempo… no tengo una preferencia muy marcada. Los primeros homínidos es una época apasionante en África, pero también es un momento especial el encuentro de los neandertales con nuestros antecesores directos.

Ha tenido una relación estrecha con la Universidad de Zaragoza, ya que ha trabajado con algunos grupos de investigación. ¿Cómo valora la paleontología en Aragón?

Yo trabajo en la evolución humana y en la prehistoria y, en este terreno, hay grupos de investigación que son espléndidos, tienen un gran nivel. Además, Aragón es una gran potencia para estudiar la época de los dinosaurios, porque hay fósiles, yacimientos y grupos de investigación que son únicos.

¿Qué se hubiera perdido la humanidad sin los descubrimientos de Atapuerca?

Nosotros en Atapuerca estamos desenterrando las raíces más antiguas de los seres humanos en Europa. Si no hubiéramos encontrado todo eso habríamos perdido mucho acerca del origen del primer poblamiento y de la evolución humana en Europa a lo largo de cientos de miles de años. No hay prácticamente otro registro así más que Atapuerca.

¿Se siente un poco un Indiana Jones?

Sí, no hay que renunciar a ese componente de aventura. La ciencia es un trabajo que se desarrolla sobre todo en el laboratorio y la investigación no termina con el descubrimiento del objeto. Es más, el hallazgo muchas veces es el principio de la investigación que viene después. Lo que se refleja en estas películas es la búsqueda del objeto arqueológico. Sin embargo, nosotros buscamos obtener conocimiento e información, va mucho más allá de encontrar la pieza.

Si pudiera hablar con Darwin, ¿qué le diría?

Me atrevo a decir que es casi como si hubiera hablado con él. He leído y he reflexionado tanto sobre Darwin... También he estado en su casa y en los sitios donde él estuvo en América. Sería un placer preguntarle muchas de las cosas que se debaten hoy en día. Casi todas las grandes cuestiones y problemas de la teoría de la evolución ya las abordó él de alguna forma.