Las madres de 4 de cada 10 bebés aragoneses no están casadas

Matrimonio y maternidad ya no son una unión indisoluble y, en el caso de que vayan unidos, en muchas parejas, ni siquiera se producen en ese orden. Los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) evidencian que casi el 40% de los bebés que nacen en Aragón lo hacen fuera del matrimonio. Parejas no casadas y madres solteras suponen casi el total de estos 4.199 alumbramientos. “La secularización se ha implantado en la sociedad. Estar casado o no, socialmente cada vez tiene menos importancia a la hora de decidir tener un hijo”, recuerda Carlos Gómez Bahillo, catedrático de Sociología de la Universidad de Zaragoza.

Prueba de ello es que este aumento de nacimientos sin estar casados se ha producido principalmente en los últimos años. Hace 30 años, las madres solteras eran casi una excepción; sin embargo, con los profundos cambios sociales y la aparición normalizada de nuevos tipos de familia, se ha convertido en una opción muy elegida, que cada día va a más. De hecho, en 2006 el porcentaje de aragoneses nacidos fuera del matrimonio apenas superaba el 20%, lo que suponía 2.683 bebés. Ahora ya son casi cuatro de cada diez.

Los nuevos hogares cuentan con una configuración muy diversa: matrimonios, parejas de hecho, otras que deciden no regularizar administrativamente su relación (todo ello entre personas del mismo sexo como del contrario) y mujeres que deciden ser madres sin que exista otra persona en su vida. El primer impulso se produjo en 1981, cuando el Código Civil eliminó las diferencias entre los niños por el estado civil de sus padres. Así, poco a poco, se fueron instaurando nuevas formas de vida y de familias, hasta que en la actualidad es casi una excepción que una pareja se case y tiempo después decida tener hijos.

No obstante, a pesar de la evolución sufrida, la sociedad aragonesa sigue siendo una de las que más apuesta porque el matrimonio y la maternidad sigan unidos. Solo dos comunidades autónomas registran un menor porcentaje madres solteras: Navarra (35,47%) y La Rioja (34,18%). Lo mismo ocurre en la ciudad autónoma de Ceuta, con un 30,75%. Por el contrario, en las Islas Canarias, más del 66% de las progenitoras no están casadas.

Estos cambios sociales también han venido acompañados por el retraso constante que se registra tanto en el momento de ser madre como en el de contraer matrimonio. Según los datos facilitados por el INE, de media, las aragonesas que tienen su primer hijo lo hacen con 31,1 años. Hace una década, se tomaba esta decisión con menos de 30 años y en 1976, las madres tenían unos 25 años cuando daban a luz a su primogénito. La incorporación de la mujer al mundo laboral provocó los primeros retrasos y la crisis económica sufrida en los últimos años ha terminado de dilatar este momento hasta después de la treintena.

Lo mismo ocurre cuando se habla de bodas. Las pocas parejas que deciden contraer matrimonio cada vez lo hacen más tarde. La edad media de las mujeres en sus primeras nupcias es de casi 34 años, mientras que hace una década apenas superaba los 31. Esto supone 2,8 años de diferencia en diez años. Por el contrario, la maternidad solo se ha retrasado en un año y medio en el mismo periodo.

Más hijos en los primeros años de matrimonio

Esta mayor dilatación en el momento de casarse ha provocado que, una vez comenzado el matrimonio, se decida tener niños antes. Es decir, mientras que hace una década, las mujeres se casaban y tenían el primer hijo principalmente a los dos años de contraer matrimonio (20,62% del total de primogénitos). En la actualidad, el mayor volumen de recién nacidos se registra en el primer año de casados. Un 26,8% de los primogénitos nacen en este momento.

También se ha producido un incremento del volumen de bebés que nacen antes de que sus padres celebren su primer aniversario de bodas. En 2006, un total de 505 primogénitos (10,19%) llegaban al mundo en este periodo; en la actualidad esto ocurre en el 17% de los nacimientos. “El retraso de la edad en que la mujer decide irse a vivir en pareja y tener su primer hijo, principalmente determinado por su situación económica y laboral, contribuye a este anticipo. Por eso, el nacimiento de los hijos se produce durante los primeros años de vida en común y, en la mayoría de los casos, es en la mitad del ciclo vital reproductivo femenino”, recalca Gómez.

En 2016 nacieron un total de 10.929 bebés en Aragón. De ellos, 4.199 fueron de madres solteras, mientras que el resto (6.730) estaban casadas. El 98,41% de estos alumbramientos corresponden a mujeres que se habían casado por primera vez: 630 niños nacieron antes del primer aniversario de boda, 938 durante el primer año de casados, 744 en el segundo y el resto a partir del tercer año de matrimonio.