El juicio contra la pareja de Santa Isabel para la que la Fiscalía pide 36 años de prisión por la muerte de una hija de solo 29 días y las graves lesiones de otro hijo, de 4 meses, avanza a ritmo lento. De hecho, la sesión de este miércoles apenas duró media hora, tiempo que les llevó a las partes interrogar a los siete únicos testigos citados. Para este jueves solo está prevista la comparecencia de dos de los facultativos que asistieron a las víctimas en el Hospital Infantil, por lo que el Jurado ­–los nueve titulares y los dos suplentes cobran cada uno 67 euros diarios– tampoco tendrán mucho trabajo.

La mayoría de los testigos de ayer fueron amigos de los encausados, que coincidieron en calificarlos como unos "buenos padres" a los que "nunca" vieron maltratar a su hijos. "Yo estuve cuatro meses viviendo con ellos y conocí a sus tres hijos. Los trataban con mucho cariño", manifestó una de las testigos. El Tribunal Popular también pudo escuchar a un médico del centro de salud, que atendió al hijo y tampoco le apreció lesiones.