"No es un tema aislado, debemos erradicar este problema de raíz"

El deporte aragonés, más concretamente el balonmano, se vio sacudido el pasado fin de semana por un nuevo episodio de violencia verbal. Dos árbitros, uno de ellos menor de edad, se vieron obligados a suspender un partido de categoría infantil ante las continuas descalificaciones e insultos vertidos desde un sector del público.

Lo que parece un hecho puntual y aislado, más propio incluso de otros deportes, es algo que se viene repitiendo con cierta asiduidad las últimas semanas en diferentes pabellones de toda la Comunidad. Así lo denuncia el presidente del Comité Territorial de Árbitros en Aragón, Andrés Peñaranda, que se suma a la denuncia pública de lo ocurrido el pasado sábado en la pista del Balonmano Dominicos.

"El tema de padres en categoría escolar no es nuevo. Llevamos un tiempo viendo que increpan e insultan a los árbitros, ya se venían produciendo situaciones complicadas. El fin de semana anterior, en un partido escolar, dos árbitras tuvieron que parar el partido porque un padre entró al campo a protestarles. Debemos buscar una solución entre todos los estamentos", denuncia Peñaranda.

El máximo dirigente del colectivo arbitral apuesta por "erradicar de raíz" un problema generalizado. "Todo lo que es deporte escolar es una etapa de formación, tanto para los jugadores como para los árbitros. Lo que tenemos que hacer es, entre todos, acabar con los insultos y amenazas", demanda.

La solución, sin embargo, no parece sencilla. "Se debe tomar desde todos los estamentos: tanto a nivel institucional como a nivel de clubes. Nosotros como comité no tenemos controlados a un determinado grupo de personas que ve un partido. Los clubes son los que pueden controlar a los padres, ellos saben quiénes son los más conflictivos o pueden ocasionar problemas", concluye.

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