Tercer Milenio

En colaboración con ITA

Riego más eficiente con muchos más datos

Gestionar la información para reducir el consumo de agua y ahorrar costes es el fin de un proyecto piloto que se desarrolla en Bardenas y Mequinenza.

Equipo de Marcosa Riegos instalando la parte superior del equipo de sondas de humedad.
Equipo de Marcosa Riegos instalando la parte superior del equipo de sondas de humedad.

Optimizar el consumo de agua, energía y fertilizantes para lograr ahorros de costes, reducir los problemas derivados del exceso o la falta de agua o mejorar la regulación del crecimiento vegetativo del cultivo son algunos de los objetivos del proyecto ‘Manejo eficiente del riego mediante la monitorización con sondas de humedad y teledetección’ que se está llevando a cabo en las zonas de las Bardenas y de Mequinenza. La empresa Marcosa Riegos, ubicada en Ejea de los Caballeros (Zaragoza), y la firma Agricultura Técnica y Desarrollo Rural son los encargados de ponerlo en marcha.

Esta iniciativa consiste en la monitorización del suelo y las plantas por medio de un sistema de sensores que faciliten información que permita hacer más eficientes y sostenibles las explotaciones agrícolas. Cuenta con un presupuesto aproximado de 100.000 euros que están financiados en un 15% por los beneficiarios y en el 85% restante de manera equitativa entre la Unión Europea y el Gobierno de Aragón.

El proyecto se desplegará en unas 88.000 hectáreas de regadío. En la zona de Mequinenza la superficie de riego es de unas 7.000 hectáreas de cultivos principalmente leñosos, donde 264 agricultores se beneficiarán de este proyecto. El ámbito de actuación de la Comunidad General de Regantes del Canal de Bardenas es interprovincial, comprendiendo las provincias de Navarra y Zaragoza, la distribución del agua entre los distintos usuarios: 24 comunidades de regantes de base a lo largo de más de 81.000 hectáreas de cultivo que abarcan 41 núcleos de población. En este caso el proyecto puede llegar a un millar de agricultores, aunque en su inicio se van a monitorizar cuatro parcelas en cada una de las zonas.

En la Comunidad General de Regantes de Bardenas se instalarán 15 sensores de humedad y 11 en la Comunidad de Regantes de Mequinenza. Para poder alcanzar el mayor número posible de escenarios (tipo de suelos, sistema de riego, cultivos) los sensores serán trasladados al final de cada campaña de riego y se volverán a instalar en los puntos que los beneficiarios identifiquen como más representativos.

«Este sistema permite no solo obtener una gran cantidad de información sobre el desarrollo vegetativo de las plantas, sino también hacerlo de una manera muy precisa, lo que permite conocer las necesidades de agua casi de cada planta. Hasta ahora se empleaban tablas estandarizadas que se aplicaban a cualquier explotación. Ahora la información es personalizada», explica Jesús Ollés, socio de Agricultura Técnica, empresa dedicada a la ingeniería de riego y la aplicación de soluciones innovadoras para el gasto eficiente del agua, y que es la dinamizadora de este proyecto.

Según explican los responsables de la iniciativa, además de una red de sensores, se instalarán una serie de sondas de humedad para controlar la cantidad de agua empleada y de las que se puede obtener información de gran utilidad como la fecha de inicio y final de los riegos, el ritmo y profundidad de absorción de agua por planta, situaciones de estrés hídrico, el balance de agua en el suelo, el movimiento de agua en el perfil o los problemas de infiltración, capa freática y escorrentía.

«Esta información va a permitir ayudar a la toma de decisiones para una gestión del riego de forma eficiente con una frecuencia y una duración óptima», aseveran los responsables del proyecto.

«Estimamos que el ahorro de agua puede ser de entre un 10% y 15%» asegura Ollés, aunque a esta reducción de costes «hay que añadir otros ahorros indirectos como la del menor gasto energético en caso de la necesidad de sistemas de bombeo de agua, ya que se impulsa una menor cantidad de agua y, por otro lado, un ahorro en el empleo de fertilizantes, ya que el uso de menos agua retrasa la disolución del fertilizante y lo hace más efectivo».

Trabajo a medio plazo

Aunque se trata de un proyecto piloto, los impulsores de esta iniciativa confían en su futura implantación y desarrollo. «Las comunidades de regantes están cada vez más tecnificadas para poder controlar, contrastar y almacenar de forma centralizada estos datos», señala Ollés, quien cree que esto es una labor «a medio plazo». La clave radica, en su opinión, en hacer llegar las nuevas tecnologías, que «no son muy caras», al sector agrario.

«Por ahora desarrollamos piloto y queremos difundir los resultados, aunque ya hay proyectos en España en los que se emplean redes de sensores y herramientas de teledetección, que en situaciones de escasez de agua permiten gestionar de manera adecuada los recursos hídricos», indica.

Más información en el Suplemento Heraldo del Campo

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