Máxima expectación ante el político de moda

Unos 250 invitados llenaron el salón Inés de Poitiers del Hotel Reina Petronila. Acudió la plana mayor empresarial y una amplia representación política y social.

En el salón Inés de Poitiers del Hotel Reina Petronila se tuvo que habilitar ayer alguna mesa más para acomodar a las alrededor de 250 agentes empresariales, sociales y políticos que acudieron a escuchar a Albert Rivera. El líder de la formación naranja habló ante un auditorio que reunió a la plana empresarial de la Comunidad, representada, entre otros, por el presidente de la Cámara de Comercio de Zaragoza, Manuel Teruel; Alfonso Soláns (Pikolin), Ramón Alejandro (Saica), Ricardo Mur (presidente CEOE Zaragoza), Jorge Samper (Grupo Jorge), José María de Lasala (Mercadona) y Félix Longás (presidente de la Asociación de Industrias de Alimentación de Aragón).

El político de moda, a raíz de las últimas encuestas electorales, también atrajo a algunos pesos pesados de los partidos aragoneses más allá del lógico desembarco de la formación naranja llegado de las tres provincias aragonesas. Allí estuvieron tres primeros espadas socialistas como son el alcalde de Huesca, Luis Felipe; el secretario de Organización y número dos, Darío Villagrasa, y el portavoz parlamentario Javier Sada. También estuvo representado el PP con el portavoz municipal Jorge Azcón y los diputados autonómicos Fernando Ledesma y Marián Orós. No faltó el secretario general de Podemos-Aragón, Nacho Escartín, quien antes de terminar el acto ya había tuiteado sus impresiones. La delegación de Ciudadanos estuvo encabezada por Fran Hervías, secretario de Organización a nivel nacional; su homólogo regional Ramiro Domínguez y las portavoces en las Cortes y el Ayuntamiento de Zaragoza, Susana Gaspar y Sara Fernández, respectivamente, así como otros cargos de la formación naranja.

Del mundo académico no se perdieron la cita el rector de la Universidad de Zaragoza, José Antonio Mayoral y el presidente del Grupo San Valero, Ángel García de Jalón. Entre los asistentes también se encontraban el director general de la Fundación Ibercaja José Luis Rodrigo, y el presidente de la Cámara de Cuentas de Aragón, Alfonso Peña.

Rivera, que tras el acto del jueves en Teruel hizo noche en el Petronila, llegó puntual acompañado por Fernando de Yarza López-Madrazo, presidente de HENNEO. También asistieron el vicepresidente editor de HERALDO, Fernando de Yarza y Paloma de Yarza López-Madrazo, consejera de HENNEO, además del director de HERALDO, Mikel Iturbe (que ejerció de moderador) y José Andrés Nalda, director de medios de HENNEO.

Antes de participar en el coloquio, el líder de la formación naranja mantuvo un encuentro con la junta directiva del Círculo Aragonés de Economía, presidida por Fernando de Yarza López-Madrazo, y en el que también participaron, entre otros, Honorio Romero (presidente de la Real Sociedad Económica Aragonesa de Amigos del País) y los empresarios Juan Forcén y Javier Kühnel.

Una reunión que giró alrededor de temas fiscales e impositivos, obligada la mención al omnipresente impuesto de Sucesiones y su supresión, y educativos. En este ‘petit comité’ Rivera recordó que él había descubierto la existencia de la Corona de Aragón durante una visita a Caspe donde estuvo hace años y le explicaron la historia del Compromiso de Caspe. Hasta entonces, contó, había estudiado en los libros escolares esa ‘Corona catalano-aragonesa’ que nunca existió. Aunque luego en la charla no aludió directamente a esta experiencia, sí defendió la necesidad de activar la Alta Inspección Educativa, órgano dependiente del Gobierno, para revisar los libros de texto. Albert Rivera fue rotundo y claro en sus mensajes. Tras el coloquio atendió un momento a los medios de comunicación. Fue cuando pidió al expresidente catalán Carles Puigdemont de que dejara de hacer «el indio», porque su tiempo «se agotó» y ahora toca «el tiempo de la Constitución». Una de esas declaraciones que llegan a dar la vuelta a España y son carne viral en las redes sociales.

Hasta el final del acto le esperaron a las puertas del hotel, durante más de dos horas, una veintena de miembros de la asociación por la Justicia Salarial, Jusapol, compuesta por policías y guardias civiles que exigen la equiparación de su sueldo con el de sus compañeros de las policías autonómicas. Rivera apoya expresamente esta lucha, como ya puso de manifiesto el miércoles en Teruel. La anécdota la protagonizaron dos turistas japoneses que se fotografiaron con ellos haciendo la jota con la mano. ¿ De Jusapol, justicia o jota?

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