El cannabis en los jóvenes aragoneses: de la puerta del colegio al consumo en solitario

En los primeros consumos buscan experimentar pero con el tiempo se transforma en una herramienta para asilarse.

El 69% de los adolescentes puede conseguir cannabis en cuestión de horas
La prevalencia del cannabis entre los estudiantes de los últimos cursos de la ESO y de Bachillerato alcanza el 18,9% durante el último mes.
Reuters

Aragón es una de las comunidades autónomas con mayor consumo de cannabis entre personas de 14 a 18 años. Los jóvenes aragoneses se inician en el consumo de cannabis antes de cumplir los 15 y, según la última encuesta Estudes, casi el 19% lo consumen cada mes. Pero ¿por qué lo hacen y en qué ambientes?, ¿qué buscan o qué les aporta el consumo de cannabis? La asociación Socidrogalcohol ha publicado un estudio sociológico que trata de responder a todas estas preguntas.

Para hacerlo, la sociedad ha contado en Aragón con la colaboración de reputados psiquiatras, psicólogos, trabajadores sociales, educadores y miembros de la Policía Nacional especializados en el tema que han compartido sus conocimientos y experiencias en varios coloquios y grupos de debate. De ellos, se desprende que el consumo de cannabis se ha normalizado en Aragón y que la mayor parte de los jóvenes no son conscientes de los efectos negativos que produce esta droga en su organismo ni en su entorno.

Los profesionales aragoneses concluyen que, en los primeros consumos, los jóvenes buscan experimentar y transgredir pero que con el tiempo el cannabis se transforma en una herramienta para aislarse. "Mientras el alcohol se bebe en fines de semana y fiestas, el cannabis, una vez iniciados los primeros consumos, se utiliza cada vez de forma más habitual, incluso a diario, y se tiende a pasar a un consumo en solitario", expone la fundación Socidrogalcohol tras escuchar a los expertos aragoneses.

"Hay una menor percepción de riesgo con el cannabis que con el alcohol", concluye el estudio. También respecto al tabaco, pues consideran más natural esta sustancia. "El cannabis está rodeado de un halo de buenismo" y, según cuentan, sus consumidores hacen hincapié en su efecto relajante, lo que lleva a normalizar la presencia de este tóxico en la sociedad. .

En los centros escolares

En el estudio han participado también subinspectores de la Policía Nacional y educadores del IASS que trabajan en coordinación con la fiscalía de menores. De sus aportaciones, se desprende que el consumo en grupo se da en las puertas de los colegios y recreos. "A la entrada de los centros educativos hay habitualmente un proporcionador que suele ser otro compañero al que además no se le considera un traficante", exponen. Aseguran, además, que el porcentaje de consumo es más elevado en los centros sociolaborales debido, en gran medida, a que congregan a más población de riesgo al aunarse factores como el fracaso escolar o el absentismo. "Un mayor rendimiento implica menor consumo", exponen.

Con el paso del tiempo, el cannabis pasa a consumirse en grupos reducidos y de confianza y se convierte en un consumo diario y diurno. Los jóvenes están en un punto vital complejo y esos años se caracterizan por un mal manejo emocional. La continuidad del consumo hace que los consumidores más jóvenes acaben buscando los efectos relajantes para poder sobrellevar la frustración diaria, evadirse de la realidad , anestesiarse y, al final, se utilice como "regulador de las emociones" o una especie de "automedicación".

Problemas de salud mental

Los psiquiatras y psicólogos participantes en el estudio recuerdan que, a la larga, el cannabis acarrea pérdida de interés, fracaso escolar, apatía y problemas de salud mental. En primer lugar, disminuye el rendimiento académico y provoca dificultades en la maduración personal, llegando a mostrar una "nula resonancia afectiva y emocional", reduciendo el grupo de amistades y su capacidad para mostrar una actitud proactiva ante la sociedad.

Además, a la larga, está directamente relacionado con trastornos psiquiátricos que los jóvenes consumidores, muchas veces, no tienen en cuenta. De hecho, se estima que el 10% de los consumidores  a diario de cannabis acaba teniendo un brote psicótico mientras que la incidencia de la esquizofrenia en la población general es del 1%.

En los últimos diez años las admisiones a tratamiento por consumo de cannabis han aumentado de forma continuada en Aragón, siendo esta sustancia la droga por la que más tratamientos se han iniciado entre los jóvenes de 14 a 20 años respecto al total de tratamientos de la red de atención a drogodependientes de la Comunidad.

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