Educación intentará que las pruebas alternativas a la Lomce no coincidan con los exámenes

Los directores de instituto prefieren que la evaluación de 4º de la ESO se adelante a mediados de abril o principios de mayo.

Imagen de archivo de un examen en el IES Goya de Zaragoza
Imagen de archivo de un examen en el IES Goya de Zaragoza
Heraldo.

Varios cientos de alumnos de 4º de la ESO tendrán que volver a hacer este año las pruebas de evaluación final sin valor académico que el curso pasado sustituyeron a las polémicas reválidas que se contemplaban en la Lomce. La novedad es que cabe la posibilidad de que en los centros seleccionados por la DGA se realicen en abril, un mes antes que en 2017, cuando se llevaron a cabo entre mayo y junio.

Aunque la DGA todavía no ha fijado una fecha, tiene la intención de que estos ejercicios no estén próximos a las evaluaciones finales e interfieran lo menos posible en el funcionamiento de los centros donde se lleven a cabo. Por su parte, los directores de institutos consultados por este periódico coinciden en que lo mejor sería convocarlas a mediados de abril o principios de mayo.

El Ministerio de Educación publicó el martes la orden que regula la realización de estas pruebas, que no tienen ningún valor para nota, pues está paralizado el mandato de la Lomce que obligaba a aprobarlas para poder obtener el título de graduado en ESO. El Gobierno aragonés, como otras autonomías (incluso alguna gobernada por el PP) se pronunció desde el primer momento en contra tanto de esta prueba como de la de Bachiller y la de 6º de Primaria.

Las propias comunidades autónomas reclamaron que no coincidieran con la evaluación final y se interpretaran como reválida, lo que hasta el momento se ha tenido en cuenta en la de 4º de la ESO. En este sentido, el presidente de la Asociación de Directores de Instituto de Zaragoza, Jesús Molledo, opina que lo mejor para "no distorsionar" el fin de curso a los alumnos de secundaria sería adelantar los ejercicios a mediados de abril o principios de mayo. Además abogó porque se deroguen.

Por su parte, la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de la Escuela Pública en Aragón (Fapar) mostró ayer su "satisfacción" porque siga tratándose de una evaluación de diagnóstico, aunque reivindicó que se derogue definitivamente la Lomce. Asimismo, fuentes de FAPAR criticaron que solo se compruebe el nivel de los estudiantes en tres asignaturas, Matemáticas, Lengua y Ciencias Sociales y Geografía, que son en las que se basa el informe PISA. "El sistema educativo no se puede evaluar en función del informe PISA, sino que hay que tener en cuenta todas las competencias", explicaron desde esta entidad.

Asimismo, FAPAR defendió que al tratarse de una evaluación de diagnóstico esta debería desarrollarse a mitad de etapa, no más allá de 2º de la ESO, para así, en función de los resultados, intentar mejorar en los aspectos en los que se está fallando en los cursos siguientes. Esta misma postura se mantiene desde el Departamento de Educación, tanto para el caso de la ESO como de primaria. "Un diagnóstico a mitad de etapa permitiría tomar medidas correctoras como variar el currículo o implantar programas especiales de apoyo en las competencias que se consideren necesario", explicaron desde Educación.

¿Qué ocurre con la evaluación de 6º de primaria? Se está a la espera de que se publique la orden del Ministerio de Educación que la regula. No se prevén cambios, por lo que volverá a ser un examen muestral y de diagnóstico. Como mucho, cabe la posibilidad de que su realización también se pueda adelantar en el calendario.

El curso pasado, alrededor de 900 alumnos aragoneses de 4º de la ESO de 16 centros distintos, que eligió la DGA, hicieron el 24 y 25 de mayo esta prueba que consistió en cuatro exámenes tipo test. Una cifra de estudiantes que no variará demasiado este año. La cita para los 800 escolares de 6º de primaria, pertenecientes a 15 colegios, fue el 1 y 2 de junio.

Aragonés en bachillerato

Por otra parte, los institutos que el próximo curso estén interesados en ofrecer en bachillerato entre las asignaturas optativas la de Lengua aragonesa ya cuentan con el currículo. El Boletín Oficial de Aragón publicó ayer la orden por la que se aprueba el currículum del bachillerato y se autoriza su aplicación en los centros docentes de la Comunidad, incorporándose al mismo la materia Lenguas propias de Aragón, lengua aragonesa I y II. Fuentes del Departamento de Educación del Gobierno autonómico explicaron que faltaba por desarrollar el plan de estudios de aragonés para este nivel. En estos momentos ya se imparte en algunos institutos como el de Aínsa (Huesca).

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