El sector inmobiliario repunta y la edificaciónde viviendas crece un 30% en el último año

En los primeros siete meses de 2017 se dieron licencias para 1.540 pisos, frente a los 1.189 de 2016.

Obras de extensión del barrio de Jesús de Zaragoza.
Obras de extensión del barrio de Jesús de Zaragoza.
Oliver Duch.

Tras años de derrumbe, la construcción de viviendas en Aragón repunta sin llegar, ni de lejos, a los niveles que condujeron al estallido de la burbuja inmobiliaria. Según los datos del Instituto Aragonés de Estadística, que a su vez se basan en los que recopila el Ministerio de Fomento, a lo largo de los primeros siete meses de 2017 en la Comunidad se otorgaron licencias de obra para 1.540 pisos, lo que supone un aumento del 29,5% respecto al mismo periodo del año anterior, en el que se contabilizaron 1.189.

Este despegue se debe en buena parte al tirón de Zaragoza capital, aunque ya se nota una reactivación en otros municipios. En 2017 los permisos para pisos nuevos crecieron por tercer ejercicio consecutivo en la capital aragonesa. Salieron 1.536 licencias, un 12,5% más que en 2016.Tras ocho años en números rojos, en Huesca capital hay en marcha en estos momentos 200 viviendas. La peor parte se la lleva Teruel.

Es la tercera anualidad sucesiva con esta tendencia ascendente. Y de seguir a este ritmo, si 2017 se cierra con más de 3.000 nuevas viviendas, el sector volvería a unos niveles que no se veían desde 2010, después de que en 2014 tocara fondo con solo 1.007 casas promovidas, la cifra más baja de la serie histórica de este siglo. Estos datos están muy lejos de la etapa del ‘boom’ del ladrillo. El número de pisos fue aumentando progresivamente desde el año 2000 y de las 10.741 casas de ese año se pasó a 20.441 (el máximo alcanzado) en 2006, lo que supone un espectacular incremento del 90,3%.

Hay otros indicadores que abundan en esta evolución positiva que los agentes económicos ven todavía muy incipiente y que esperan se consolide en 2018 y 2019. Así, la concesión de visados de obra nueva alcanzó entre enero y octubre de 2017 los 1.917 permisos, con un incremento acumulado del 28,1% frente al mismo periodo de 2016, en el que se registraron 1.496.

Un escenario de 8.000 anuales

¿Qué escenario de futuro sería sostenible para el sector? El presidente de la Confederación de Empresarios de la Construcción de Aragón (CEAC) y director general de Lobe, Juan Carlos Bandrés, no es amigo de aventurar datos, pero estima que podría rondar entre alcanzar las 6.000 y 8.000 nuevas viviendas cada año. «El primer reto es lograr una estabilidad, porque la rentabilidad de este repunte aún está por ver. Además, hay que tener en cuenta que el parque de viviendas existente es altísimo y la curva demográfica tampoco nos hace confiar en una gran demanda en los próximos años», explica.

Bandrés defiende que ya no se puede aspirar a hacer pisos como el siglo pasado y que hay que empezar a «diseñar y construir la vivienda del siglo XXI» atendiendo las expectativas de unos clientes que buscan una oferta diferente y de más calidad. «Casi todo el movimiento viene determinado por planes urbanísticos anteriores que se relanzan, pero tenemos que ser capaces de poner en valor esta oferta que habitualmente se focaliza en las periferias», asegura. Asimismo, se muestra confiado en que el auge de Zaragoza capital se vaya trasladando al resto de la Comunidad.

Para el dirigente de los constructores, el sector tiene que afrontar también un «cambio de mentalidad», tener claro que el cliente es «el que manda» y apostar por la digitalización y los hogares inteligentes. También habla de una necesaria «industrialización», que pasa por reducir el coste de las labores que son muy manuales y lograr ser más productivos sin que crezca el valor final de los inmuebles.

La Federación de Asociaciones de la Construcción de Huesca lanzó a mediados del año pasado un SOS por el bajo nivel de inversión pública para propiciar un recuperación. Una preocupación que comparte Juan Carlos Bandrés, aunque entiende que este tipo de promoción se ve condicionada «por el endeudamiento de las diferentes administraciones».

La vicedecana del Colegio Oficial de Arquitectos de Aragón, María Villar, es de la opinión de que más allá de la capital aragonesa el mercado se va recuperando con «mucha cautela y prudencia» y es casi una excepción encontrar una promoción de más de 15 viviendas. «Los visados de proyectos de pisos nuevos llegaron a caer un 90%», recuerda.

Sobre la fotografía actual destaca que se construye «con una calidad altísima» porque el comprador, «que ya no es el inversor de antaño lo exige en todos los aspectos». Además, llama la atención sobre el peso que ha ganado la rehabilitación, en consonancia con la apuesta por un modelo de ciudad «compacta», que aprovecha los espacios ya edificados y persigue una «mayor eficiencia».

Villar se muestra optimista ante el retorno a Aragón de empresas nacionales en busca de suelo. «Hay firmas que quieren volver a posicionarse en la Comunidad y los precios también se empiezan a recuperar», concluye.

Las hipotecas, aún muy tímidas

La tendencia alcista de la construcción de viviendas se deja sentir muy tímidamente en los préstamos. Las estadísticas reflejan que hasta octubre de 2017 se cerraron un total de 7.057 operaciones, mientras en 2016 durante estos mismos meses se suscribieron 6.986.

En cuanto a la financiación, las familias se ven más atraídas por la modalidad de tipo variable. A nivel nacional, los últimos datos disponibles dicen que el pasado octubre el 63% de las hipotecas se firmaron a tipo variable con referencia al índice europeo. El restante 37% se calcula con tipos fijos.

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