Heraldo del Campo

"Con el tiempo te das cuenta de lo bien que se vive en un pueblo"

En Bardenas tiene su sede Aceites Monteolivet, que empezó en el año 2008 con la plantación de los primeros olivos en este rincón de las Cinco Villas.

Estefanía Clemente, en un expositor donde muestra las bondades de su aceite de oliva.
Estefanía Clemente, en un expositor donde muestra las bondades de su aceite de oliva.
Monteolivet

Tradicionalmente los daneses siempre han cocinado con mantequilla y margarina y, aunque esta costumbre está cambiando y apuestan cada día más por el aceite de oliva, en 2008, cuando Estefanía Clemente, responsable de Aceites Monteolivet, cursaba allí Erasmus, echaba muchísimo de menos el sabor del zumo de oliva.

Por eso, se alegró cuando su familia, agricultores de larga tradición de Bardenas, decidió apostar por el cultivo del olivo y hacerlo en una zona denominada plana de Monte Olivet, entre los sasos de Bardenas y Santa Anastasia, donde los libros de historia recogen que, en el siglo XV, hubo antiguas plantaciones de este frutal. «Comenzamos a plantar en el año 2008 y culminamos el proceso en 2016. En estos momentos contamos con una plantación de 23.000 olivos que nos permiten cubrir la demanda de aceite que recibimos anualmente», apunta Estefanía Clemente, quien se encarga del negocio familiar, junto a su hermano Víctor.

Tras acabar sus estudios, Estefanía decidió apostar por la vida rural y por el negocio familiar. Con sus conocimientos de Relaciones Públicas, ella es la responsable de la parte más comercial de ese proyecto emprendedor y de dar a conocer las bondades de su aceite.

Además, siempre que es necesario colabora con su hermano, el otro pilar del negocio familiar, en las tareas agrícolas. «Es un trabajo que requiere estar muchas horas en el campo y yo lo estoy, ya que acudo a todo lo que hace falta, desde la poda hasta la recolección, sin olvidarse del cuidado permanente que demanda la tierra», apunta.

En estos momentos, el aceite de sus olivas arbequinas se comercializa, sobre todo, en la comarca de las Cinco Villas, desde Ejea de los Caballeros a Sos del Rey Católico, entre otros muchos municipios donde degustan el sabor intenso de este producto. «Además, esta Navidad estuvimos en Zaragoza, en el Mercado Central, para diversificar el negocio hacia otros rincones de Aragón, aunque no descartamos llegar a otras regiones de España», señala Estefanía, quien sueña con tener su propia almazara en unos años.

En esta década, los dos hermanos han trabajado mucho para conseguir que la zona de Monte Olivet haga honor a su nombre, y están muy satisfechos del esfuerzo realizado porque les ha permitido trabajar por cuenta propia y, principalmente, vivir en su lugar de origen algo que los dos deseaban. «Con el paso del tiempo te das cuenta de lo bien que se vive en el pueblo y, aunque hay que trabajar mucho, estamos muy contentos de haber encontrado aquí nuestro modo de vida», concluye.

Más información en el Suplemento Heraldo del Campo

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