Las primeras alumnas regresan al instituto

La promoción femenina del curso 1967/1968 se reunió ayer medio siglo después de cursar Bachillerato en el IES Tubalcaín, centro masculino hasta ese momento.

Jóvenes estudiantes del centro recibieron ayer a las alumnas de la primera promoción femenina.
Las primeras alumnas regresan al instituto
N. Bermejo

El de ayer fue un día de reencuentros para medio centenar de mujeres, las pioneras que estudiaron el primer curso de bachillerato elemental en 1967/1968 en el actual IES Tubalcaín de Tarazona, centro que hasta ese momento solo admitía estudiantes masculinos.

En tiempos de la dictadura de Franco fue todo un avance social el conseguir que las niñas pudiesen acceder a la enseñanza pública. "Fue una apertura, sobre todo de posibilidades para las familias que no tenían una buena situación económica y que igual no podían pagar un centro privado", recordó Pilar Ruiz, una de las promotoras de la reunión.

No ha sido fácil localizar a la mayoría de las 68 estudiantes que integraron las aulas de 1º C y 1º D. "Hemos encontrado unas 60, pero han faltado las que estaban más delicadas de salud o las que vivían fuera y no han podido desplazarse, aunque alguna ha venido de realmente lejos, como Galicia o Jerez de la Frontera", detalló.

Llevan tres meses organizando esta cita, todas involucradas a través de un grupo de whatssap, que ha estado de lo más activo según se iba acercando la fecha: "Hace muchísimos años que no nos veíamos y sobre todo las que vivimos fuera teníamos un poco de necesidad de reencontrarnos, y este cincuenta aniversario es una buena ocasión".

El punto de encuentro de la jornada fue el instituto. Allí las recibieron en un aula, y fueron pasando lista para que alumnas de 1º de ESO les entregaran una rosa y un bolígrafo de recuerdo. "Son historia viva del instituto y estamos muy contentos de que estén aquí. Ellas abrieron el camino ya que el Instituto Laboral de Tarazona, que se creó en 1951, era solo de chicos", dijo el director del IES Tubalcaín, Tomás Zueco.

"Aisladas" de los chicos

Hasta el tercer curso, su enseñanza estaba separada de los niños, siendo mixto de verdad a partir de ese momento. "Nos tenían muy aisladas de los chicos. Nos tenían apartadas, nosotras abajo y ellos arriba, y no coincidíamos ni en el recreo ni en educación física", recordó Loli Rivas. "Los chicos nos escupían desde las ventanas de arriba porque les habíamos quitado el patio de recreo", añadió Ruiz.

Lo cierto es que a esas edades, el mínimo contacto con el sexo opuesto era una revolución después estudiar en colegios separados. "Con 11 o 12 años, pasar del colegio de las monjas al instituto con chicos para mí fue una liberación ya que por lo menos nos veíamos", explicó Asunción Latorre, quien se acordaba de muchos profesores. "Debía ser muy revoltosa y muchas veces me mandaban al pasillo", recordó riendo.

En sus horas lectivas había asignaturas como lengua, matemáticas, inglés, historia o ciencias naturales, pero también otras ya no tan habituales como latín y griego o algunas que ya forman parte del pasado, como enseñanzas del hogar y formación del espíritu nacional. "Nos hacían aprendernos la lista de todos los ministros de Franco de arriba abajo y como cambiaban cada poco, teníamos mucha faena", relató Alicia San Juan, quien llegó desde La Coruña. Su compañera Corpus Jiménez aseguró guardar gratos recuerdos de jugar al baloncesto o al tenis: "El primer día de clase nos pusieron en fila en el recibidor y según las notas que traíamos del colegio, nos iban separando por clases para que estuviera compensado".

El grupo comió y cenó en el local de vecinos del barrio del Cinto. Allí se proyectó un montaje con vivencias de todas y la música de la época sonó para traerles todavía más recuerdos.

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