Nombrar el término Canfranc en Aragón tiene que sonar a esperanza; una esperanza que poco a poco comienza a cristalizar en realidades concretas. Más allá de los pequeños pasos que se van dando para que la reapertura de la línea ferroviaria vuelva a unir España y Francia a través del Pirineo central, la reconversión de la estación internacional está en marcha. La aprobación por el Gobierno aragonés, el pasado 14 de noviembre, de la propuesta empresarial presentada para reconvertir el espacio ferroviario dio paso al trabajo de arquitectos e ingenieros. Este año comenzarán las obras, que deberán estar concluidas en 2021. La reciente aprobación del 1% cultural del Ministerio de Fomento para la estación servirá para financiar, con los dos millones de euros que aporta, la parte exterior del edificio: fachada, marquesinas y pérgolas; y podrá ejecutarse a lo largo de 2018. Entre las actuaciones estarán la nueva estación ferroviaria y el nuevo haz de vías, para garantizar la apertura de la línea entre España y Francia. Al final quedará urbanizada la gran explanada, que formará una plaza peatonal, y destacará la rehabilitación del edifico central de la antigua estación, destinado a usos hoteleros y comerciales. Este impulso urbanístico debe ser un acicate más para acelerar la unión ferroviaria con Francia. La línea, cerrada en 1970, cada día se ve más importante no solo para Aragón y Aquitania, sino para ambos países.