El Salud reconoce su responsabilidad en la caída de un bebé de la incubadora

La Fiscalía y los padres de la niña retiran los cargos contra la enfermera acusada de un delito de lesiones por imprudencia profesional grave, para la que pedían cárcel e inhabilitación.

Una de incubadoras de la unidad de Neonatos del Hospital Clínico. Tras el accidente, una inspectora aconsejó la sustitución de tres máquinas.
Una de incubadoras de la unidad de Neonatos del Hospital Clínico. Tras el accidente, una inspectora aconsejó la sustitución de tres máquinas.
Oliver Duch

La juez que investiga el accidente sufrido por una recién nacida en la sala de incubadoras del Hospital Clínico ha decidido archivar el caso, por lo que finalmente no habrá juicio contra la enfermera acusada de un delito de lesiones por imprudencia profesional grave y el Sistema Aragonés de la Salud (Salud). Según fuentes judiciales, la instructora ha optado por el sobreseimiento al saber que los investigados han reconocido su responsabilidad y han cerrado un acuerdo para indemnizar a los padres del bebé. De hecho, tanto estos como la Fiscalía han retirado también la acusación.

Los hechos que dieron lugar a esta investigación se produjeron a una hora todavía sin determinar entre las 22.00 del 11 de junio de 2016 y la 1.30 del día siguiente. Fue ya de madrugada cuando una de las doctoras de la unidad de Neonatos llamó por teléfono a los padres de la niña –que habían estado esa misma noche viendo a la pequeña– y les pidió que acudieran urgentemente al hospital. Cuando llegaron, les explicaron que su hija –de solo 32 días y 1,8 kilos de peso– se había aupado por sí sola a una de las ventanillas de la incubadora, había empujado la portezuela y se había precipitado al suelo. Para la pareja, aquella versión resultaba completamente inverosímil, lo que les impulsó a presentar una denuncia por la vía penal.

El Salud decidió abrir su propia investigación interna para aclarar lo sucedido y la conclusión de la inspectora fue rotunda: el personal de la unidad de Neonatos no tuvo ningún tipo de responsabilidad en el accidente. En cualquier caso, dadas las explicaciones ofrecidas a los padres, la titular del Juzgado de Instrucción número 10 decidió llamar a declarar a todos los sanitarios de la unidad que estaban trabajando cuando se produjo la caída.

Tras la práctica de los interrogatorios y después de que el Instituto de Medicina Legal de Aragón (IMLA) emitiera un informe desmontando la versión del hospital de que la recién nacida había abierto sola la portezuela, la magistrada llegó a la conclusión de que a la enfermera María Victoria M. A. se le tenía que haber caído la niña de los brazos cuando trataba de calmarla. Aunque ella, nunca ha reconocido responsabilidad alguna.

A la misma conclusión llegaron la abogada de los padres del bebé, Carmen Cifuentes, y la Fiscalía, que pidieron para la acusada penas de entre 4 y 6 meses de prisión, y de entre 2 y 3 años de inhabilitación.

La representante del Ministerio Público consideraba que había causa suficiente para ir a juicio, pero ha optado también por retirar los cargos al entender que prima el interés de los perjudicados. Y estos valoran de forma positiva tanto el acuerdo cerrado con la encausada y el Salud como el hecho de que su denuncia haya servido para sustituir varias de las incubadoras del la unidad de Neonatos del Clínico.

Recuerda la Fiscalía que la acusada mantuvo siempre la versión de que la recién nacida se cayó sola. "Descartada tal increíble versión –apunta en su último informe–, hemos de suponer que la niña se cayó al suelo por un descuido de la enfermera, pero desconocemos el motivo concreto que causó tal caída".

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