Cuando Nacho Robredo terminó la carrera de Ingeniería Agronómica en Madrid, hace dos décadas, su sueño era montar una quesería, fabricar sus propios quesos y, si era en un pueblo pequeño y bonito, mucho mejor.

Para ello acudió a Santander con el fin de recibir formación en uno de los mejores centros de España especializados en la elaboración de quesos, pero la idea no fructificó de inmediato. Fue necesario que transcurrieran cerca de veinte años para que Nacho cumpliera, este mes de agosto, su sueño de montar Queso d’Estrabilla, su quesería, ubicada en Valsalada, en la Hoya de Huesca. Un lugar donde trabaja, mano a mano, con su esposa Carmen Carrasco y Ángel de Toro, un apasionado de los quesos, a quien conoció hace dos años y que hace unos meses se sumó a este proyecto.

«Nosotros no teníamos ninguna vinculación con la zona, pero estábamos cansados de vivir en la ciudad. No nos gustaba el ritmo de vida que llevábamos donde vivíamos y, con la llegada al mundo de nuestra hija, decidimos que era el momento de buscar un futuro mejor, un lugar donde fuéramos felices y donde pudiéramos trabajar en lo que nos gustara», apunta Nacho Robredo.

El lugar lo encontraron en este pueblo de colonización, muy cerca de Zaragoza, lugar de nacimiento de su mujer, y donde localizaron una casa, con corral y otros edificios aledaños que se adaptaba a sus necesidades para montar en un futuro próximo la quesería. «Las instalaciones están en la antigua cochera de la casa. Es una quesería muy pequeña, pero es lo que buscábamos. Nosotros no queremos una producción industrial, sino que apostamos por el producto artesanal, hecho con mimo, con tiempo y elaborado con la leche de cabra de la mejor calidad. Esta leche procede de una ganadería de Barbastro, donde sus animales, además de estar muy bien cuidados, pastan a diario en el campo y allí comen muchas plantas aromáticas», aclara Nacho.

El producto elaborado se comercializa en la provincia de Huesca y Zaragoza y, en breve, quieren expandirse a otras tiendas especializadas del resto de España. «Actualmente, elaboramos una media de 60 kilos semanales, de cinco variedades diferentes, pero en la recámara tenemos muchas ideas de productos que esperamos sacar pronto. No queremos ir a lo loco, sino paso a paso», añade.

Además, están diseñando una web donde poder promocionar sus productos, ya que son conscientes de la importancia que tienen las redes sociales (Facebook: @quesodestrabilla) a la hora de dar a conocer y poner en valor estas delicias gastronómicas.

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