Cuando llega el frío nos acordamos de Santa Bárbara. Las dependencias de la Brigada Aragón, en la Base de San Jorge, en la carretera de Huesca, han sufrido las últimas tres semanas porque no tenían calefacción ni agua caliente, sobre todo en el edificio del Regimiento España, donde viven alrededor de un centenar de militares. En noviembre se había arreglado la caldera de ese inmueble, pero desde el 15 de diciembre volvió a estropearse y la empresa externalizada que se ocupa del mantenimiento se ocupó el martes de repararla. En principio, se había explicado que la máquina estaba rota y no se podría modificar.

"Dormíamos congelados, a dos o tres grados, metidos en sacos encima de las camas, y solo había agua fría en las duchas. Esperamos que ahora no vuelva a estropearse con las tres semanas que llevamos cuando el invierno ha sido más duro", denuncia un militar que reside en el edificio del Regimiento España.

Un oficial de la Brigada Aragón reconoció ayer a este periódico que llevaban unas semanas con estas calderas estropeadas en la Base San Jorge y quedan todavía otras cuatro por arreglarlas, de las 50 que tienen en las instalaciones donde están destinados 3.500 militares.

"Valoramos la posibilidad de trasladar a los residentes en el edificio del Regimiento España a otro y además podían irse a duchar fuera del suyo", apuntó el oficial de la unidad. "Ha sido algo excepcional y no es lo habitual, pero al haber coincidido con la ola de frío es peor".

La Base de San Jorge dispone de algunos edificios para albergar a los militares de las unidades que acuden a las maniobras de San Gregorio y estuvieron a punto de reabrirlos para incluir a los de la Brigada Aragón y solucionar los problemas de las calderas estropeadas. "Nos afectaba a los del Regimiento España porque a los del Pavía no tenían este problema", señala un afectado.

Una tormenta que vivieron en marzo del año pasado en la unidad se estropeó la antena de la televisión y siguen sin verla.