En Torrelapaja, pueblo de la comarca Comunidad de Calatayud que linda con Soria, de sus 30 vecinos ninguno tiene menos de 20 años. "No hay juventud y tenemos mucha menos gente que la que había cuando funcionaban las minas", explica Justiniano Sancho, con 92 primaveras a sus espaldas. Él trabajó como pastor y reconoce que, en la actualidad, la vida en el pueblo es mejor que antaño porque, argumenta, "hay más comodidades". Él y su mujer, Natividad Sancho, de 80 años, han pasado allí toda su vida.

Como detalla Tomás Rubio, alcalde de Torrelapaja, están contentos con el servicio que presta la Guardia Civil y con el personal médico. "Pero, claro, para recoger los resultados siempre es más difícil para las personas mayores que no tienen coche", señala.

A los 10 años, Luis Ignacio Rubio se tuvo que ir porque cerraron la escuela y ahora, con 50, siempre que puede vuelve, porque están sus padres y sus raíces. No hay tienda y el teleclub es el único punto de reunión. "Somos uno de los muchos puntos olvidados que tiene Aragón", sentencia.