La licitación de los nuevos comedores escolares continúa acumulando retrasos
Las empresas que prestan el servicio de cáterin en los colegios llevan ya ocho años contratadas.
La licitación para renovar el servicio de comedor que se presta en los colegios de la provincia de Zaragoza sigue acumulando retrasos, pese a que las actuales empresas concesionarias llevan ocho años contratadas y el Gobierno aragonés mostró su intención de que los pliegos se publicaran antes de finalizar 2017 y las nuevas adjudicatarias estuvieran operativas tras la Navidad.
"Las últimas explicaciones que nos han dado desde Educación para justificar esta demora es que Intervención paralizaba este trámite porque había que presupuestar más dotación económica. Lo que está claro es que, por cuestiones de tiempo, si se acelera el proceso puede ponerse en marcha aprovechando el puente de Semana Santa y, si no esperar ya al curso que viene", explicó este miércoles Pablo Alconchel, portavoz de la Plataforma por unos comedores públicos de calidad.
Por ello, estima que van a tener que esperar hasta el inicio del curso 2018-2019. "Para hacer el relevo de una empresa a otra, si cambia la adjudicataria se necesita un tiempo tanto por cuestiones administrativas, como es la subrogación de personal, como por entrar a trabajar en un centro nuevo. Se podrían aprovechar los días de Semana Santa, pero mucho nos tememos que no va a ser así", lamentó.
Este colectivo protagonizó en la capital aragonesa un pícnic protesta frente al edificio Pignatelli el pasado 4 de noviembre para exigir de una vez la publicación de estos pliegos. Ante esta nueva demora, la plataforma estudia convocar nuevas movilizaciones tras las fiestas navideñas.
El nuevo servicio de comedor se espera con ganas, ya que se han introducido mejoras importantes para los padres. Así, se elimina la utilización de los recipientes de plástico para calentar los alimentos en los hornos de los colegios y se prima que este se sustituya por otro material a lo largo de toda la línea fría. También se suprimen de los menús pescados como la panga, la perca del Nilo y la tilapia. Por el contrario, se priman los productos frescos y ecológicos y la utilización del aceite virgen extra.
