Alcalá de la Selva: el turismo que despegó al 'calor' de la nieve

El empresario Ángel Tébar, pionero del esquí en la provincia en los años 70 del siglo XX, lleva medio siglo volcado en el sector turístico de Alcalá de la Selva con la nieve como referente.

El empresario turístico Ángel Tébar, delante del Mas Blanco, un establecimiento acondicionado en una antigua masía.
El empresario turístico Ángel Tébar, delante del Mas Blanco, un establecimiento acondicionado en una antigua masía.
Jorge Escudero

La economía de Alcalá de la Selva se alimenta de la nieve, como la de gran parte de la sierra de Gúdar. Buena culpa de este hecho la tiene el empresario Ángel Tébar, un valenciano enamorado de las montañas turolenses, que en 1970 puso en marcha la primera pista de esquí de la provincia. Solo fue un trazado de 50 metros con un remonte precario movido por el motor de una vespa, pero constituyó el embrión de la actual estación invernal de Valdelinares, uno de los principales motores de la comarca de Gúdar-Javalambre y, muy particularmente, de Alcalá.

Alcalá de la Selva: el turismo que despegó al 'calor' de la nieve

El traspaso de las pistas en 1985 a una empresa que tomó el relevo del negocio de la nieve derivó la actividad de Tébar a Alcalá de la Selva, donde se ha convertido en uno de los principales animadores del sector hostelero. Gestiona un albergue, un campamento juvenil, un hotel y un supermercado. Y ahora trabaja en una novedoso iniciativa para montar la primera pista de esquí con nieve sintética de Aragón, que, según asegura, será su "último proyecto".

El veterano promotor, de 78 años, lleva casi medio siglo arraigado en Alcalá de la Selva, que, según dice, es el "centro" del turismo nival de la comarca de Gúdar-Javalambre, aunque el fenómeno se extiende como "una mancha de aceite" por el entorno. Este pionero del esquí recuerda que cuando, en los años setenta del siglo XX, puso en marcha el Mesón de la Nieve en la urbanización Las Majadas el sector turístico estaba en mantillas en Alcalá y en su barrio de La Virgen de la Vega, donde, con los años, se han focalizado el bum inmobiliario y la oferta hotelera, comercial y de restauración.

"No había casi ningún negocio hostelero en La Virgen de la Vega, pero con la estación de esquí el sector no ha parado de crecer constantemente, con la nieve como principal estímulo", relata el industrial.

Ángel Tébar considera que Alcalá "sigue virgen" en líneas generales y con mucho margen "para crecer" en cuanto a oferta turística e inmobiliaria. Aclara que, a pesar de las numerosas urbanizaciones surgidas en la Virgen de la Vega, "no hay masificación". "Esto no tiene nada que ver con la saturación edificatoria de las playas", subraya.

Además de la nieve, también ha contribuido al despegue turístico de Alcalá, tanto invernal como veraniego, su rico patrimonio monumental y natural. La cercanía con Valencia se reforzó con la apertura de la autovía Mudéjar en los primeros años del siglo XXI.

El estallido de la burbuja inmobiliaria castigó duramente a Alcalá, que tenía en la construcción su principal fuente de trabajo y su mayor estímulo económico. En los ocho años transcurridos desde que arrancó la recesión, el censo poblacional ha caído de 506 a 398 habitantes, un 21% menos. Tras el parón inmobiliario provocado por el estallido de la crisis en 2008, la localidad empieza a remontar con algunos edificios de nueva planta y numerosas reformas y mejoras. El alcalde, José Luis Tena, reconoce que no existe la fiebre edificatoria de los primeros años del siglo XXI, pero "las tres cuadrillas de albañiles del pueblo trabajan a tope".

El turismo valenciano es, con diferencia, el principal cliente de Alcalá y de toda la sierra de Gúdar. Ángel Tébar señala que la proximidad es la clave de esta querencia, que también se da en dirección inversa. "Cuando los valencianos piensan en la nieve, acuden en su busca a Teruel, y cuando los turolenses quieren mar, van a Valencia", sentencia.

El primer estímulo para atraer al público levantino y sembrar las bases de futuro de Alcalá fue la minipista de esquí que pusieron en marcha un grupo de profesionales liberales valencianos entusiastas de la montaña y del deporte en la nieve liderados por Tébar. Recuerda que descubrió el potencial de la sierra de Gúdar cuando llegó a Valdelinares en 1969 para probar el trineo de aluminio que había diseñado para participar en una expedición a Groenlandia.

El grupo promotor creó una sociedad, Skamp, y, tras conseguir la concesión de uso del suelo, montó una pista de medio centenar de metros con un remonte. Era poco más que "un juego", dice el empresario, pero fue el inicio del sector de la nieve en la provincia de Teruel. La sociedad vendió la estación invernal a una empresa que, a su vez, la traspasó unos años después al Gobierno aragonés. Más adelante, la oferta de esquí provincial se completaría con la instalación gemela de Javalambre.

Al desvincularse de las pistas, Ángel Tébar se centró en la hostelería de la Virgen de la Vega, que empezaba a despuntar al ‘calor’ de la nieve. El empresario recuerda que, cuando sus socios le plantearon la búsqueda de un gestor para llevar los negocios que habían puesto en marcha en Alcalá, Tébar se ofreció. Medio siglo después sigue impulsando proyectos turísticos.

Una de las mayores concentraciones de segundas residencias de la provincia de Teruel

El término municipal de Alcalá de la Selva presenta una de las mayores concentraciones de segundas residencias de la provincia de Teruel y, sin duda, la mayor en relación al número de viviendas principales. Este fenómeno se ha traducido en trabajo y actividad económica pero tiene el inconveniente de que, en los periodos de máxima ocupación, la demanda de servicios se dispara. El alcalde, José Luis Tena, explica que, por ejemplo, en pleno verano la recogida de basuras tiene que ser diaria frente a los tres días a la semana del resto del año. Las esperas en la consulta del médico se eternizan y el consumo de agua se dispara.

De las 1.800 viviendas existentes en el municipio, 1.600, el 89%, son segundas residencias. La mayor parte de las urbanizaciones se concentran en el barrio de La Virgen de la Vega. La primera promoción masiva fue la conocida como El Solano, de un impacto visual que hoy seria inaceptable. Cerca de allí, se encuentra el primer campo de golf de la provincia, de titularidad municipal. Tena se felicita de que, al menos, la crisis inmobiliaria de 2008 no dejó como secuela "promociones fantasma" sin terminar.

Un castillo domina el pueblo como legado de la Edad Media y las guerras carlistas

El castillo de Alcalá de la Selva se levantó en el siglo XV para servir de residencia a la poderosa familia de los Fernández de Heredia, señores de la localidad. Los primeros dueños del pueblo tras la Reconquista fueron, no obstante, los monjes de Santa María de la Gran Selva, de Gascuña (Francia), a los que Alfonso IIdonó Alcalá en feudo y que dejaron su impronta en el nombre del municipio.

Aunque los historiadores apuntan la posibilidad de que existiera en el mismo lugar del castillo una fortificación musulmana, sus restos no han sido identificados. El protagonismo histórico del castillo languidece a partir de la Edad Media hasta que recupera su importancia durante las guerras carlistas. Fue conquistado por el general liberal O’Donnell en 1840.

El monumento de planta rectangular tiene carácter palaciego. Cuenta con un amplio patio de armas y una torre de homenaje residencial. Esta fortaleza y la de Mora de Rubielos fueron objeto en 2002 de un proyecto de investigación y promoción del programa Raphael de la Unión Europea junto con los castillos de Ioánnina (Grecia ) y Trani (Italia). La extensa información recopilada fue divulgada en un CD y en una web.

LOS IMPRESCINDIBLES

El folclore de Festifalk

El único festival folclórico de Teruel, Festifalk, nació y tiene su sede principal en Alcalá de la Selva, aunque su actividad se ha extendido a varias localidades de la provincia. Grupos de distintos países actúan cada verano en este evento.

La iglesia manierista

La iglesia parroquial, dedicada a San Simón y San Judas, se construyó en el siglo XVIIcon una portada-retablo de estilo manierista. El edificio destaca por su elevada nave central, cubierta de una espectacular bóveda de crucería.

La Virgen de la Vega

El barrio de la Virgen de la Vega, nacido en torno a un santuario mariano, es escenario del Dance que se representa en las fiestas patronales, en septiembre. Participan los pastores o graciosos, los danzantes y la embajada.

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