Banastás: cojines, parasoles y sombras

Anjosa, la fábrica de la familia Gracia en Banastás, lleva casi medio siglo en actividad y es una ‘prima donna’ en su sector, principalmente en grandes superficies comerciales de España y Francia.

Dos trabajadores de Anjosa en el área de montaje.
Dos trabajadores de Anjosa en el área de montaje.
Laura Uranga

La vida de Ángel Gracia Banzo está actualmente ligada a un guarismo: cuarenta y cinco. Son los años que tiene la empresa Anjosa en Banastás, su pueblo natal; un empeño de familia que iniciaron cuatro hermanos y que ahora cuenta con él como resistente en la trinchera empresarial de esa primera generación emprendedora. Los otros tres están retirados. Cuarenta y cinco años hace también que Ángel es alcalde de Banastás, uno de los ediles más longevos de Aragón y España con carácter ininterrumpido. En 2015, fecha de las últimas elecciones municipales, su triunfo fue muy ajustado, pero ahí sigue, trabajando a brazo partido por el municipio, con la setentena más que superada en el DNI.

"Tenía yo catorce años –recuerda Ángel– cuando nos fuimos a vivir a Barcelona. En 1958, uno de mis hermanos empezó con el negocio haciendo paraguas y parasoles: abrió primero como Gracia Hermanos. La gran riada que sufrió Cornellá en 1968 nos destruyó la fábrica, entró agua por todas partes a casi dos metros de altura; después de aquello y de valorar opciones durante un tiempo, regresamos aquí en 1971 y pusimos la fábrica al año siguiente".

Banastás: cojines, parasoles y sombras

Anjosa gozó desde entonces de un crecimiento sostenido hasta que afloraron dificultades llegadas desde el lejano Oriente; el gigante chino y sus precios imbatibles. Ángel lo explica con vehemencia. "En la última década, el negocio tuvo que cambiar. De hecho, una de nuestras líneas de producto desapareció, los paraguas. Seguimos con los parasoles, pero de hacer medio millón anuales pasamos a unos 70.000, sobre todo para jardinería y combinado con mobiliario. La competencia china nos mató con precios bajísimos, vendían a menos de dos euros lo que solía costar doce, por no hablar de calidades. De tener el 93 por ciento del mercado playero español pasamos a cero. Había que renovarse o morir, así que empezamos con los cojines y enseres de jardín".

Anjosa mantiene una plantilla estable de cuarenta trabajadores en su factoría y almacenes de Banastás. Hay gente del pueblo y de otras localidades cercanas, pero son mayoría los que vienen de Huesca ciudad. Además de los trabajadores que se desenvuelven en el municipio, Anjosa mantiene un programa social en forma de convenio con Atades de Huesca para la confección de pequeñas piezas en los cojines. "Estamos orgullosos de ellos –apunta Ángel– y muy agradecidos por tenerlos en la familia de Anjosa".

Líder nacional

La factoría oscense mantiene una posición de privilegio en el mercado español, y tiene idéntico calado en el francés, como afirma Ángel con orgullo. "En España somos número uno en cojines para sofá, sillón y cama; vendemos a grandes superficies como Carrefour y Alcampo. Surtimos a varias cadenas francesas: Casino, Intermarché Bricomarché, Systeme U… allí somos de las principales referencias. También tenemos entrada en Italia con Alto Selle, en Alemania... por otro lado, con Ikea acabamos de empezar un proyecto en colaboración con unos proveedores suyos, una nueva silla-sillón. De hecho, estamos buscando personal para esta tarea concreta, que exige destreza; es un trabajo en equipo, que requiere coordinación y disciplina para llegar a los objetivos que se nos marcan".

Anjosa ha cimentado en la porfía y la seriedad su éxito en el mercado galo. Ferias –en breve acudirán a la de Marsella– y visitas a clientes fieles, mucha dedicación... tarea de zapa, en suma. "Ahora ya viajo menos, se lo dejo a cualquiera de mis tres sobrinos, también están mis dos hijas con puestos de responsabilidad. Son la siguiente generación… yo me centro más en las ferias. Le toca a ellos continuar la tarea".

Con la cárcel leridana

Ángel también se enorgullece del acuerdo que mantiene Anjosa desde hace años con el Centro de Iniciativas para la Reinserción. "Contamos con un centenar largo de presos en la cárcel de Lérida trabajando para nosotros en la confección de piezas para los cojines y el ensamblaje de los parasoles; el programa laboral que llevan allí abarca muchas empresas. Nosotros hacemos aquí las barras y las varillas y allá arman el parasol, que luego nos envían empaquetado y etiquetado. En los setenta tuvimos un programa similar con la cárcel de Huesca y los paraguas".

Anjosa ha invertido en nueva maquinaria para agilizar los procesos y poder atender su ingente mercado. "Los nuevos retos lo exigen –aclara Ángel– y es que llevamos un ritmo muy alto. Vendemos a partir de enero y hasta mayo, pero fabricamos todo el año, así que vamos almacenando en nuestras naves de manera incesante. El año pasado sacamos cuatrocientos tráileres para la venta".

La alcaldía, al día

Ángel Gracia siempre ha sostenido que en los pueblos pequeños el cargo de alcalde es más colaborativo que político, por sus exigencias y la necesidad de que los pocos parroquianos residentes allá el año entero estén a gusto. "Toca hacer de todo, claro y es muy difícil poner de acuerdo a todos. Cuando empecé no había calles asfaltadas, ni agua, luz o teléfono, y las cosas fueron llegando poco a poco. Éramos sesenta personas en el pueblo, ahora hay más trescientas gracias a las urbanizaciones de unifamiliares y las parcelas amplias, de la gente que vive aquí y trabaja en Huesca porque se dieron cuenta de que era más fácil llegar aquí que atravesar toda la ciudad. Nos faltan algunas cosas y siempre faltarán, pero la cercanía con Huesca ayuda; por otro lado, estamos lo suficientemente apartados para disfrutar de ser pueblo, aunque ahora mismo nos preocupan los últimos robos; eso sí, también ha aumentado nuestra alerta".

Ángel concluye con una reflexión que refuerza con la mirada: los ojos muy abiertos, el ademán sereno . "Sé lo que es no tener nada, empezar desde el suelo, por eso me enorgullece lo conseguido a pesar de los reveses. Aquí seguiré mientras haya fuerzas".

Yolanda Badía, una cuatrocentista de talla mundial

Múltiple medallista de oro en campeonatos nacionales de veteranos, campeona de Europa (dos veces) y del mundo (2014) en los 400 metros lisos en la división de  mayores de cuarenta años, además de trabajar como artista del vitral desde 1999, Yolanda Badía es una de las atletas más notables de Huesca en la actualidad, por palmarés y condiciones; se suma a la gran tradición atlética de la provincia. Además de brillar en su distancia fetiche, también compite en velocidad pura (60, 100 y 200). Yoli es de Banastás y apuntaba grandes maneras en sus años juveniles, pero dejó la actividad y no volvió a entrenar hasta los treinta y seis. Ha participado también en los nacionales absolutos, con marcas estratosféricas para su edad. El pabellón polideportivo de Banastás lleva su nombre desde 2015.

Las grandes carrascas de los Siete Lugares

Aunque Banastás presume de sus almendros y olivos, el árbol más típico de toda la zona, en el entorno conocido como Los Siete Lugares (Alerre, Banastás, Chimillas, Yéqueda, Huerrios, Banariés y Cuarte) es la carrasca. Este ejemplar (su nombre se asocia especialmente a la encina manchega en el norte de España) es una especie autóctona de la zona mediterránea: está perfectamente adaptado a su clima, y se trata del árbol con mayor presencia en nuestro país. Banastás y su vecina Chimillas cuentan con notables bosques de carrasca, y en la zona de Becha hay un ejemplar milenario que se ha constituido en símbolo del término municipal. Las carrascas más grandes pueden llegar a medir más de veinte metros.

LOS IMPRESCINDIBLES 

La Caseta de los Tercios

Se trata de un edificio de piedra en el que, con arreglo a la tradición, se efectúan las particiones de agua. Desde el siglo XVII distribuyen bajo llave las aguas que, procedentes de Bonés, se embalsan luego en Arguis.

Iglesia de San Andrés

Edificio rehecho tras la guerra civil, como todo el pueblo; de una nave, tiene cabecera semicircular orientada al norte. En el lado este hay un pórtico  bajo el que está el único resto de la iglesia original. Se integra con el ayuntamiento.

Hitos del automodelismo

En 1993 se fundó el Club de Automodelismo Banastás, con una treintena de socios y dedicado a el modelismo de radiocontrol. El club ha celebrado infinidad de pruebas nacionales a lo largo de dos décadas de existencia.

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