No es broma. Pero todo comenzó con una. El 28 de diciembre del pasado año, los responsables de la zaragozana Bodegas Jaime decidieron cumplir con la tradición del día de los Santos Inocentes anunciando el lanzamiento de una nueva variedad de su vermú Turmeon, al que iban a apellidar Weed (puede traducirse como hierba o maría). En aquella inocentada, los productores aragoneses explicaban que la bebida estaba elaborada «con los mismos botánicos que un vermut tradicional, y otro más especial». Y ese ingrediente tan peculiar era el cannabis.

Aquella ‘invención’ se ha hecho realidad, y Bodegas Jaime se ha convertido en la primera del mundo en lanzar al mercado un vermú de cannabis. Porque aquella publicación supuso toda una revolución para la marca, hubo tal expectación y fueron tantos los clientes que se interesaron por el nuevo producto que el manager de Bodegas Jaime y creador de Turmeon, Martín Jaime, decidió elaborarlo.

«Desde que comprobamos el potencial de este nuevo producto y que los aromas característicos del cannabis encajaban perfectamente con los botánicos utilizados en un vermut clásico, decidimos empezar a investigar e informarnos sobre los temas legales y las formas de elaboración», explica Martín Jaime.

La nueva Turmeon contiene un cáñamo medicinal muy bajo -0,1%- en tetrahidrocannabinol (TCH), que es principal constituyente psicoactivo del cannabis, pero alto en canabidol (CBD), «una sustancia que tiene una gran cantidad de propiedades medicinales», señala su creador, que destaca que para su elaboración se extraen primero, con el vino blanco y el alcohol, los aromas del cáñamo y, durante una semana, se macera con cannabis. «La extracción del cáñamo es directa. Después, se extraen los 34 botánicos -entre ellos, canela, clavo, ajenjo, vainilla, dictamo de creta- en un licor de 50º y luego se ensamblan», puntualiza.

No es el clásico vermú, tampoco por su color. La tonalidad verde que le caracteriza se obtiene a partir de clorofila natural y -al igual que con otras de sus creación como el clásico, el blanco y el rosé- la botella se cierra con un tapón vinolok, «ya que tiene una menor transferencia de oxígeno que con otros cierres e impide que se oxide su contenido», explica el manager de Bodegas Jaime.

Y como ya hizo en sus anteriores versiones del Turmeon, Jaime ha vuelto a apostar por los kinesiogramas (que crean un efecto óptico de movimiento) en la botella de su nuevo vermú. Y si primero utilizó un comecorazones de su vermut original; luego un delfín saltarín que identifica el vermut blanco; después la abeja que bate las alas, propia del vermut Honey; y más tarde las cerezas que se convierten en corazones del Rosé, ahora su nuevo Weed se presenta con unas hojas de marihuana que se abren y se cierran.

Ventas triplicadas

Con su nuevo producto, Bodegas Jaime quiere ampliar el éxito que han tenido en el mercado las distintas versiones de su vermú. Desde que lanzara Turmeón en octubre de 2015, la bodega situada en la localidad zaragozana de Morata de Jalón, ha triplicado sus ventas. En 2016 produjeron 23.000 litros de vermú, una cifra que prevén superar este año.

Ya presente en nueve países, esperan que su producto haya conquistado al terminar el año un total de 15 países. Con una gran acogida en España, Turmeon, que fue el único vermut español premiado en los International Wine Challenge 2016, los ya denominados Óscar del mundo del vino, «tiene una gran proyección internacional», destaca Jaime. De hecho, la firma exporta el 60% de su producción en valor y el 30% en volumen, especialmente a Bélgica, Holanda, Australia, EE. UU., el Reino Unido, Alemania, Italia, Australia, Finlandia y Rusia.

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