"Los aragoneses somos muy bien acogidos en Cataluña"

Varios aragoneses que viven en Cataluña y catalanes en Aragón destacan que con la convivencia se desmontan los tópicos.

Guillermo Esteban (tercero por la izquierda), zaragozano afincado en Barcelona, con amigos en el Museo Dalí.
Guillermo Esteban (tercero por la izquierda), zaragozano afincado en Barcelona, con amigos en el Museo Dalí.
G.E.

"Antes de ir a vivir a Barcelona tenía muchos prejuicios. Solo conocía Cataluña de una excursión con el colegio al zoo de Barcelona y de vacaciones en Cambrils. No vine nada convencida. Ahora estoy encantada, me gusta mucho Barcelona y me han tratado muy bien. Estoy aprendiendo catalán para abrirme más puertas para el futuro", asegura Marta Rived, periodista zaragozana de 25 años que vive en Barcelona desde hace dos años.

El trabajo, los estudios y las relaciones familiares han llevado a miles de aragoneses a vivir a Cataluña y al revés. En la última década, unos 33.000 aragoneses se han ido a vivir a Cataluña y unos 31.500 catalanes se han mudado a Aragón, según los datos de migraciones interiores del INE desde 2008 hasta el primer trimestre de 2017.

Marta Rived trabaja en un grupo de comunicación y su vida no ha cambiado con la declaración fallida de independencia. "La vida sigue igual. Trabajamos aquí y no nos han dicho nada de un cambio en nuestro puesto de trabajo. Hay diferencias políticas entre la gente, pero en general con mucho respeto", afirma. Marta está empadronada en Barcelona desde septiembre pero como el censo electoral se cerró en julio no podrá votar en las elecciones de este jueves 21 de diciembre, aunque le gustaría.

Guillermo Esteban, periodista zaragozano de 26 años, sí podrá votar. Llegó a Barcelona hace tres años para estudiar un máster de Comunicación Política. "Vine en un momento clave. He vivido varias campañas y elecciones. Políticamente es muy interesante", subraya. Ha hecho prácticas en varios partidos políticos y ahora trabaja de documentalista en una empresa de comunicación. Está estudiando catalán: tiene un título de B2 y quiere conseguir uno de C1 o C2.

Se siente muy a gusto en Barcelona. "Aquí tengo mi trabajo y mis amigos. Barcelona es una ciudad hospitalaria y los catalanes me han acogido muy bien. Muchos me comentan que tienen relaciones familiares con Aragón. Siento que los catalanes nos tienen más cariño a los aragoneses que en Aragón a ellos. Aún hay muchos prejuicios sobre Cataluña", afirma. Guillermo reconoce que en los últimos meses ha aumentado la crispación y la polarización en la ciudad. Y cuenta que cada vez se ven más banderas de Cataluña y España en los balcones.

Catalanes en Aragón

Susana Abad, barcelonesa de 39 años residente en Villanueva de Gállego, no votará este jueves. "Llegué a Aragón en 2008 porque mi pareja encontró aquí trabajo y vinimos los dos. Aquí me han tratado muy bien y me he sentido muy bien acogida. Estoy empadronada en Aragón y voto aquí", afirma. Trabaja en un comercio y viaja frecuentemente a Barcelona a ver a su familia.

"Los catalanes siempre hemos sentido mucha simpatía por los aragoneses. Me apena y me sorprende oír algunos comentarios y ver que aún hay muchos tópicos instaurados", apunta.

La Casa Catalana de Zaragoza lleva más de 50 años tendiendo puentes y desmontando tópicos. "Como dice nuestro lema, 'buscamos lo que nos une'. Catalanes y aragoneses estamos muy mezclados y compartimos muchas cosas", afirma el presidente, Jordi Oriol. Él vino a Zaragoza hace 40 años por motivos laborales, se casó con una zaragozana y tienen dos hijos. La Casa Catalana, formada por 60 familias, organiza cursos oficiales de catalán y participa en numerosas actividades culturales todo el año.

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