Una familia demanda por negligencia a la DGA tras la presunta agresión a su hijo en una guardería

Los médicos detectaron lesiones y golpes en la cabeza. Educación dice que había cuidadores y se siguió el protocolo.

Luis Ibáñez y María Pilar Romanillos con su hijo de dos años, ayer en su domicilio de Zaragoza.
Luis Ibáñez y María Pilar Romanillos con su hijo de dos años, ayer en su domicilio de Zaragoza.
Guillermo Mestre

"Dejaron a los niños solos; no había nadie en la sala, y cuando vieron lo que había sucedido con mi hijo, no fueron capaces de llamarnos ni de avisar al médico", se queja la familia Ibáñez Romanillos, que está viviendo su particular pesadilla desde hace más de un mes. El pasado 15 de noviembre, el zaragozano Luis Ibáñez fue, como cada día, a buscar a su hijo de dos años a la guardería. Eran las 16.00.Cuando llegó a su centro de educación infantil –que está en Zaragoza y depende del Gobierno aragonés– había una nota que le indicaba que tenía que pasar por dirección.

Su niño estaba lleno de magulladuras, con numerosas marcas en la cara y en la cabeza. Fue, según considera el padre, "por una negligencia por parte de la directora y los monitores, que no hacían su trabajo y dejaron solos a los niños". Después le tocó ir al centro de salud, y de ahí a urgencias. Los partes hablan de agresión, reflejan "varias lesiones circulares" en la cara y las orejas, por mordiscos, y golpes en la cabeza.

Sobreseída la vía penal

La presunta agresión, documentada con los informes médicos, se tradujo en una denuncia ante la Policía Nacional, que llegó a la Ciudad de la Justicia. El Juzgado de Instrucción número 2 de Zaragoza ha sobreseído el caso por entender que no compete a la vía penal, así que la familia acaba de acudir a la jurisdicción civil. Además, ha presentado una queja ente el servicio provincial de inspección de Educación, que deberá investigar el caso. Como consecuencia de estos hechos, los padres han dejado de llevar "por falta de confianza" al niño agredido y a su hermano a esa guardería y se han visto obligados a llevarlos a un centro privado. "Estamos a la espera de que nos den una solución", explican.

Por su parte, el Gobierno aragonés asegura que "se cumplieron todos los protocolos de actuación". Así, precisan que el altercado se produjo en un aula de recreo en la que había en ese momento dos monitores. Además, señalan que la directora del centro hizo un informe ese mismo día. Incidieron en los ratios del centro. En el caso de los niños de entre 1 y 2 años, hay 12 alumnos por clase.

En cuanto a que los padres no se les haya facilitado una guardería alternativa, fuentes autonómicas explicaron que "no hay constancia de que se haya solicitado".

La familia asegura que el Gobierno aragonés les indicó que "no realojan a los niños en otra guardería". "No nos han dado ninguna solución" aseguran, además de lamentar que Educación no les informase. "Y por supuesto los niños estaban solos en el momento que sucedió", insiste el padre, que se queja de que "cuando tiene un poco de fiebre me llaman para que vaya inmediatamente a buscarlo, pero en este caso, no fueron capaces de llamar, ni de avisar". "A mi hijo tenía que haberle visto inmediatamente un médico, pero dejaron pasar las horas". La familia, que lamenta que "no han habido ninguna disculpa", reclama "que se depuren responsabilidades y se garantice que no vuelva a suceder a ningún otro niño".

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