El Gobierno de Aragón actuará en casi la mitad de los puntos negros de la red viaria autonómica a lo largo del próximo año, para lo que ha reservado una partida de 353.635 euros en el borrador presupuestario. En total, intervendrá en 26 de los 61 tramos de concentración de accidentes. Se pretende acometer un paquete de actuaciones de "microcirugía" que van desde el refuerzo de la señalización y la mejora de las barreras de seguridad hasta el acondicionamiento de los accesos a un parquin de vehículos o a un restaurante mediante la formación de isletas para facilitar los giros.

El consejero de Vertebración del Territorio, José Luis Soro, adelantó el pasado viernes en las Cortes de Aragón este plan que pretende erradicar los puntos negros registrados en las carreteras en el periodo 2011-2013, a los que se sumarán también los de 2014-2016 cuando estén disponibles los datos oficiales a lo largo del año que viene.

Parte del trabajo ya está hecho, puesto que este año se ha encargado a la empresa Arquitectura, Ingeniería Consultores Aragón el proyecto de mejora de los 26 tramos, situados en las siete carreteras más importantes de la red básica autonómica: la de la plataforma logística de Zaragoza (A-120), las que unen la carretera de Logroño con la de Madrid (A-121 y A-122), las que comunican las Cinco Villas (A-125, A-125 y A-127) y la de Belchite (A-222). Soportan una intensidad media diaria de entre 1.892 y 10.000 vehículos, según los datos oficiales de la DGA.

En estas siete vías se contabilizaron 120 accidentes con víctimas entre 2011 y 2013, de las cuales 3 fallecieron y 17 sufrieron heridas graves por colisiones frontolaterales y salidas de la vía en la mayoría de los casos.

Dada su peligrosidad, cuatro de estas carreteras cuentan con radares fijos y móviles, tal y como se puede consultar en la web de la Guardia Civil de Tráfico. Una de las vigiladas es la A-121, la segunda autonómica que más tráfico pesado soporta como consecuencia de unir el valle del Ebro con la autovía de Aragón. Igualmente lo están las tres citadas carreteras de las Cinco Villas.

José Luis Soro explicó que el coste medio de las intervenciones rondará los 13.000 euros, ya que las obras serán mínimas. Sobre todo, se pintarán bandas transversales sonoras, se montarán barreras de seguridad semirrígidas y señalizaciones, además de carteles de indicativos de tramo de concentración de accidentes. En todos los casos, su longitud oscila entre 1 y 3 kilómetros.

El consejero de Vertebración mostró su confianza en poder ampliar el número de intervenciones a lo largo del próximo año aprovechando los contratos vigentes de conservación ordinaria de la red y mediante contratos menores. "De entrada, actuaremos en 26 y redactaremos los proyectos del resto con la voluntad de buscar fórmulas para llegar a más tramos", apostilló.

Esto supone dejar preparados los proyectos para los 20 tramos restantes de la provincia de Zaragoza, los 14 de Huesca y el único existente en Teruel.

El hecho de reforzar las medidas de seguridad en la mitad de los puntos negros servirá también para valorar su eficacia, de cara a los próximos años. De hecho, la pretensión es extender estas mejoras a los tramos que se vayan sumando a la estadística de mayor siniestralidad de la red autonómica. "Solo nueve tramos coincidían entre los 67 registrados en el periodo de 2008-2010 y los 61 de 2011-2013", detalló.