Rodrigo Lanza Huidobro, encarcelado como presunto autor de la agresión que provocó la muerte de Víctor Laínez, ha pasado su primera noche en el departamento de ingresos de Zuera, una prisión que ya conocía. Y es que el joven antisistema de 33 años ya pasó un mes en las instalaciones penitenciarias zaragozanas, entre septiembre y octubre de 2010, durante el cumplimiento de su condena por dejar tetrapléjico a un guardia urbano de Barcelona en 2006 durante los incidentes violentos acaecidos en el desalojo de un edificio ocupado de la ciudad Condal.

Fuentes penitenciarias han señalado que durante su estancia en la cárcel de Zuera en 2010 Lanza fue un recluso que no protagonizó ningún problema ni incidente, se adaptó a la vida carcelaria y era bastante conocido.

Su paso de solo unas semanas por las instalaciones aragonesas pudo deberse a una razón coyuntural o de falta de espacio en los centros catalanes. Hay una estrecha relación entre Zuera y las prisiones de la comunidad vecina, a pesar de que en Cataluña la Generalitat ostenta sus competencias en instituciones penitenciarias, y esta es una práctica habitual.

Tras su paso por el departamento de ingresos, como es normal cuando cualquier persona entra en prisión, Lanza será ubicado en uno de los módulos de reincidentes.

La junta de tratamiento de la prisión, que ya tenía su ficha y ya sabe cómo se comporta, decidirá en que módulo concreto será internado. En su caso, dada su ideología antisistema, se prestará una especial atención para que evitar posibles conflictos con reclusos neonazis. Hay que tener en cuenta que en Zuera también hay más internos que comparten con Lanza su ideario antisistema.