Barrachina: los dominios del rebollo milenario

El pueblo galvaniza su día a día cada verano con las colonias de chavales realizadas conjuntamente con Torrecilla del Rebollar, y la nueva asociación quiere ampliar el capítulo de retos culturales.

Antonio Zabal, alcalde de Barrachina, se asoma entre las raíces del rebollo milenario de Barrachina.
Antonio Zabal, alcalde de Barrachina, se asoma entre las raíces del rebollo milenario de Barrachina.
Laura Uranga

El alcalde de Barrachina, Antonio Zabal, es también consejero de la comarca del Jiloca. En su pueblo se las han arreglado para gestionar actividades con el amparo comarcal y reforzarlas con el impulso vecinal. Una buena prueba de ese panorama está en las colonias de veranos, que han alegrado los seis últimos estíos de la zona para Barrachina y Torrecilla del Rebollar, en esfuerzo conjunto. La asociación El Rebollo, que nace ahora en Barrachina, busca ir un poco más allá en el aspecto sociocultural, desde valorar los vestigios visitables de la antigua vida del pueblo a gestionar nuevos servicios e incentivar la llegada de nuevos vecinos con los servicios necesarios para que puedan desarrollar actividades económicas; ganarse la vida dignamente y aprovechar al mismo tiempo las ventajas de la vida rural, vaya.

Zabal se detiene lo justo en el tema de la despoblación; aduce que ya es algo muy analizado. "Es un problema severo y las instituciones lo tienen claro. La DGA se ha mirado en el modelo escocés y apoya la parcela educativa para que los jóvenes de los pueblos estudien y se planteen luego emprender en su tierra; para eso hay que darles las condiciones necesarias, como un buen servicio de internet, mejores carreteras... con eso resuelto, en pocos sitios se vive y se trabaja mejor que aquí. Los de aquí que viven en Zaragoza o Valencia van arreglando sus casas los veranos, tenemos agua de manantial que no nos falla, hay bar que garantiza la vida social... lo del bar es básico. ¿A que no te has encontrado muchos tan concurridos en otros pueblos pequeños? Aquí se llena de buena mañana, vuelve a haber gente al vermú, los ganaderos vienen por las noches, los mayores a echar la partida, las de la asociación que ahora nace a la tertulia... somos afortunados con tenerlo".

Barrachina: los dominios del rebollo milenario

El alcalde hace hincapié en una herramienta de desarrollo que cree más eficaz para la zona: los incentivos puntuales al emprendedor, por encima de la subvención inicial. "No todos los modelos sirven en cualquier sitio. Quizá sería mucho más útil un sistema duradero de ventajas fiscales y ayudas anuales en el pago de la seguridad social de los trabajadores".

Además de la chocolatería y la harinera, en Barrachina también queda huella del antiguo taller de carromatos, y la fuente del manantial (que baja de la zona del Barbacán, sin necesidad de bombeo artificial) llena los depósitos de todo el pueblo. "Los abuelos que armaron la conducción del agua –apunta Antonio– eran sabios:un problema tan grande en otros sitios no existe aquí, da pena la que se desperdicia. El Pancrudo, además, es otra joya, aunque pase poca agua está jalonado de chopos cabeceros, y hay un programa muy interesante de la comarca y ADRI (Asociación para el Desarrollo Rural Integral de las Tierras del Jiloca y Gallocanta, que canaliza fondos europeos) para salvarlos. El chopo era básico en las vigas de la construcción, pero ahora solamente se usa para leña, y el chopo necesita un tratamiento especial desde la raíz y el tallo para prosperar".

Las colonias mágicas

El asunto de las colonias infantiles tiene un efecto muy interesante en el intervalo estival de Barrachina, que detalla Antonio con entusiasmo. "Carlos Burriel, el alcalde de Torrecilla del Rebollar, es de aquí. Nos llevamos muy bien con su familia de siempre, así que armar las colonias conjuntas fue una idea bien recibida desde el principio. La comarca pone los monitores por la mañana, y los ayuntamientos y asociaciones vecinales extendemos la atención a las tardes, prestamos los pabellones y las piscinas... lo bonito de esto es que hemos conseguido que abuelos y nietos vengan juntos desde las ciudades a su pueblo en verano. Antes se quedaban, quizá porque temían no tener la energía necesaria para atender todo el día a los chavales, y ahora se animan a venir. Los padres acuden los fines de semana y el pueblo se llena; por suerte, tenemos la infraestructura suficiente para atender el subidón de población. Además, se lo pasan tan bien los críos que sus hermanos pequeños están deseando llegar a la edad mínima para entrar a las colonias, y algunos mayores del primer año ya se han incorporado como monitores. Otros pueblos de la zona están pensando aplicar la fórmula".

Muy cerca del pueblo, subiendo una pista, se llega a los dominios de un árbol milenario que da nombre a la nueva asociación barrachinera. "Entre tres –puntualiza Antonio– no se llega para abrazarlo por completo, y como veis se puede pasar por debajo si te agachas un poco. Yo llevo viniendo toda la vida, y además de que el paseo es muy agradable, desde aquí hay una vista fantástica, incluso ahora que no está verde; en primavera es impresionante".

Ruido de motores en El Rincón de Barrachina

El Rincón de Barrachina es un complejo turístico local orientado hacia el motor. Con un edificio central de ocho habitaciones y una sala de grupos, el restaurante Barbacán y cuatro pequeñas casitas, ha albergado este año a la comitiva de la Baja Aragón. A pesar de que pasó sus dificultades competitivas en este término municipal, el campeonísimo Nani Roma tildó el enclave de espectacular. Javier Vicente, que también gestiona el circuito de La Cartuja en Zaragoza, se encarga de llevar a grupos de aficionados al 4x4 por las rutas cercanas homologadas, y también organiza actividades de motor orientadas a los más peques.

LOS IMPRESCINDIBLES

La antigua chocolatería

Abrió en 1880 y duró hasta 1956, con obrador y tienda en el mismo centro del pueblo, cerca del trinquete. La marca de la empresa (propiedad de la familia Catalán) fue Chocolates Popeye. Aún se conservan las máquinas y los moldes.

La lonja-trinquete

Es un edificio situado al pie de la Iglesia, con una sola planta cubierta a doble vertiente. Allí se jugaba pelota mano y hoy frontenis, además de usarse igualmente para el baile en fiestas y también como zona de mercadillo.

Fábrica de harinas

Conocido en 1860 como molino de Martín, reúne dos edificios:uno destinado a la fábrica y otro de almacén. En 1932 fue transformado en fábrica de luz (generación nocturna) y fábrica de harinas (durante el día) por Ángel Bayo.

-Ir al especial 'Aragón, pueblo a pueblo'

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión