Loporzano: modelando sueños a escala

Tecmolde, firma especializada en diseño y construcción de decorados y grandes estructuras, ha trabajado para el cine, la televisión, la publicidad y grandes parques temáticos en todo el mundo.

En los talleres de Tecmolde se trabaja con mimo y se cuidan todos los detalles.
En los talleres de Tecmolde se trabaja con mimo y se cuidan todos los detalles.
Laura Uranga

Lo de dar forma a los sueños es una frase pintona que, normalmente, se usa de modo metafórico. En ocasiones contadas, el significado aludido y el explícito coinciden; es el caso de Tecmolde, la empresa radicada en Loporzano desde hace casi tres décadas (con instalaciones en el propio municipio y una extensión bajo la marca Shu Digital en Walqa, a las afueras de Huesca) y dedicada al diseño y construcción de estructuras en poliestireno y poliespán, destinadas a grandes y pequeñas superficies, que incluyen parques temáticos, decorados de cine y televisión, enaltecimiento de arquitectura urbana u ornamentación de espacio privados.

Julio Luzán, artesano, es el ideólogo y fundador de esta aventura. "Empezamos –recuerda– hace 27 años como empresa. Los inicios fueron típicos, a pesar de que la actividad no lo era; abrimos mercados poco a poco. Parecía difícil desde Loporzano, pero yo le veía más ventajas que inconvenientes, y la localización no fue nunca un obstáculo. Desde aquí empezamos a trabajar en publicidad, con firmas como Codorniu, Freixenet o Danone, ademas de la Lotería Nacional. Pasamos a la televisión y al final, la comunicación interna del mundillo nos ayudó, catalogándonos como una empresa especializada en grandes estructuras de calidad".

Loporzano: modelando sueños a escala

El crecimiento conlleva la toma de decisiones capitales. Hace quince años llegó una muy seria para Tecmolde. "Las exigencias habían crecido y tuvimos que optar entre seguir siento totalmente artesanales o añadir nuevas tecnologías al proceso. Optamos por incrementar nuestro equipo con escáneres 3D, y luego introdujimos máquinas de cinco ejes para mejorar los acabados y ser más rápidos al mismo tiempo; son grandes fresadoras que permiten abarcar todo tipo de movimientos en el espacio y generar todo tipo de volúmenes. Así se perfeccionan las figuras más complejas".

Materiales propios

Tecmolde fue pionera en la introducción del poliestireno y el poliespán en el cine; de hecho, han desarrollado variedades propias en su parcela de I+D; necesitan durezas y texturas concretas, sobre todo teniendo en cuenta que muchos de sus trabajos se destinan a exteriores. "Estamos abiertos –comenta Julio– a todo lo que sucede ahora; los parques temáticos han sido un mercado inmenso para nosotros, por todo el mundo. Además de Port Aventura y Ferrari Land, hemos hecho parques acuáticos y temáticos en China, Rusia, Qatar, República Dominicana, La Riviera Maya, Argelia… no nos ha dado miedo salir fuera, sin descuidar el mercado local".

Con el manejo de grandes estructuras, el proceso productivo de Tecmolde resulta sorprendentemente sencillo cuando lo explica Julio. "Las generamos desde el diseño a la factura, llegan los contenedores, los cargamos y viajamos por barco a donde haga falta; cuando llegan a destino nos avisan, nos desplazamos y las montamos. Las cargas también son especiales; primero las hacemos en pantalla, para cuidar la colocación óptima de las piezas".

Julio no es de Loporzano, pero su ligazón al pueblo está más que consolidada después de tres décadas con la base empresarial fijada en el municipio. Fue una elección vital. "Vine a hacer la mili a Huesca y me quedé; con mi mujer vimos la ocasión de formar nuestra familia en esta tierra, y aquí ha crecido la siguiente generación. Aquí nos han cuidado, y creo que nosotros correspondemos poniendo siempre por delante los nombres de Loporzano y Huesca. En TV3, por ejemplo, hicimos decorador muchos años para programas e informativos, y allá éramos ‘los de Loporzano’. Hemos trabajado con todas las cadenas nacionales".

Bayona, el Sinaí, Invernalia...

Tecmolde también ha hecho muchas cosas en cine: ‘El orfanato’, ‘Lo imposible’ y ‘Un monstruo viene a verme’ con Bayona, ‘Exodus’, ‘El perfume’, ‘El Che’, ‘Astérix y Obélix’… además, trabajaron para series como ‘Juego de tronos’ y ‘Penny Dreadful’ y han colaborado con artistas tan populares como el escultor Lorenzo Quinn: sus manos gigantes saliendo del agua en Venecia se hicieron en Loporzano. No obstante, Julio hace hincapié en otro tipo de clientela que le preocupa tanto o más que la de papel couché. "Trabajamos mucho con decoración para municipios y asociaciones. Tenemos una responsabilidad social corporativa, que se extiende a continuar con el trabajo para clientes de siempre en proyectos ‘pequeños’ que a mí, personalmente, me dan la vida porque puedo volver a conectar con el espíritu artesano: es una gimnasia mental que me mantiene con los pies en el suelo. En Navidades también hacemos cabalgatas, de Madrid a Huesca, Barcelona o Andorra".

La actual plantilla de Tecmolde frisa en los 30 trabajadores fijos, además de personal en prácticas provenientes de universidades de toda España. Julio se enorgullece de su plantilla. "Hay mucha gente de Huesca, pero siempre estamos atentos al rendimiento de jóvenes ingenieros que llegan de las facultades españolas a colaborar con nosotros; en cuanto veo a alguien que despunta, lo ficho. Hacemos tres turnos y estamos funcionando todo el día; hay muchos clientes transoceánicos. En el fondo es bueno ese ritmo, porque permite encadenar trabajos, y tampoco tenemos demasiado espacio de almacenaje".

Julio tiene quien le suceda. Su hija Irene trabaja en el área técnica de la empresa en Walqa, dentro de Shu; Marta posee un perfil más artesano, como su padre. "Las dos tienen estilo propio, y a veces cuadra con el mío, lo cual me gusta. Además, creo que disfrutan con lo que hacen". Marta ratifica la afirmación."Estudié escultura en la Escuela de Artes de Zaragoza. Empecé a trabajar en Shu Digital como diseñadora e ilustradora, y en Tecmolde he hecho modelado en barro, arcilla o plastilina; también tallas en porex, y pintura. Sigo aprendiendo de la visión de mi padre, pero tengo ilusión por hacer cosas a mi modo".

José Cabrero Arnal creó en el diario galo ‘L’Humanité’ el simpar personaje Pif Le Chien

Aunque tradicionalmente se fijaba en Barcelona su lugar de nacimiento, investigaciones recientes aseguran que el ilustrador José Cabrero Arnal nació en el territorio del actual municipio de Loporzano en 1909. concretamente en la pedanía de Castilsabás. Sus padres emigraron a la Ciudad Condal, y José trabajó en sus años mozos como ebanista y reparador de máquinas calculadoras, mientras comenzaba a hacer sus pinitos como dibujante de tebeos.

Cabrero comenzó a publicar historietas en la revista ‘Pocholo”, como ‘Guerra en el país de los insectos’, ‘Paco Zumba’ y ‘Castrilla Detective’; además, en 1935 creó para el famoso ‘TBO’ un personaje perruno llamado Top, más que posible antecesor de su famoso Pif. Además, fue pionero en el uso de los famosos ‘bocadillos’ de los tebeos. Se alistó en el bando republicano durante la guerra civil y se exilió a Francia en 1939. Capturado por los nazis, pasó cuatro años en el campo de concentración de Mauthausen, donde sobrevivió gracias a su talento: los oficiales nazis le exigían que dibujara historias eróticas.

Tras su liberación, pasó una época dura en Francia, hasta que empezó a publicar en el semanario ‘Vaillant’, emblema de la resistencia durante la guerra. Sería en 1948 cuando sacó allí la primera historia del perro Pif, siempre acompañado del gato Hércules. Pif es un personaje fundamental en la historia del cómic galo, y se mantuvo en las páginas de ‘Vaillant’ hasta mediados de los ochenta, aunque en 1958 Cabrero enfermó y dejó su serie a otros autores como Roger Mas o Jacques Nicolaou. Murió en 1982 en la hermosa localidad de Antibes, sita en el corazón de la Costa Azul, a los 73 años de edad.

LOS IMPRESCINDIBLES

De Boletas y viajes

Esther y Josele llevan Casa Boletas, alojamiento rural del pueblo con una vis naturalista y amor irredento por las aves. De hecho, como Birdwatching Centre, organizan viajes por todo el mundo para observar diversas especies aladas.

El Parque

Loporzano es uno de los accesos al Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara, en la parte central y más elevada de las sierras exteriores pirenáicas, una barrera calcárea que constituye el límite meridional del Pirineo oscense.

Reivindicación sostenida

Aunque naturalmente hay voces divergentes al respecto, un buen número de balcones y ventanas de Loporzano exhiben el mensaje de la plataforma ‘Sin Ganadería Intensiva’, que batalla contra las macrogranjas (porcinas, sobre todo).

-  Ir al especial 'Aragón, pueblo a pueblo'.

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