Riego, usos lúdicos y limpieza: restricciones en agua si sigue la sequía en Aragón

Por el momento la CHE asegura que se han cumplido con todos los suministros y que el consumo no está en riesgo, pero los regantes advierten de que los pantanos a esta fecha deberían estar llenándose.

Esta es la imagen de la laguna de Gallocanta por la sequía
Esta es la imagen de la laguna de Gallocanta por la sequía

Aunque las heladas y precipitaciones en forma de nieve que en estos días han recibido algunos puntos de Aragón pueden amainar la situación, son muchos los sectores que apunta a que la actual sequía es una de las más importantes que se han vivido en los últimos tiempos.

Con los embalses de la Comunidad a solo un 42% de su capacidad (el año pasado por estas fechas estaban al 63% a pesar de ser considerado también muy seco) algunos municipios importantes como Teruel han comenzado a buscar fórmulas alternativas para obtener agua de pozos ante la imposibilidad de hacerlo ya de su pantano de abastecimiento.

Ahora bien, ¿hasta qué punto puede estar en riesgo el suministro de no recuperarse los niveles de agua?. La Ministra de Medio Ambiente Isabel García Tejerina hacía la semana pasada un pronóstico que advertía de que con las reservas actuales en España solo estaba asegurado el suministro hasta comienzos del año que viene. La situación, según apuntan desde la CHE, es algo menos preocupante en Aragón en particular, recalcando que la ministra hacía referencia a una situación excepcional -que no lloviera ni hubiera ningún tipo de aportación de agua- y teniendo también en cuenta cuencas especialmente deterioradas, como la del Segura.

Desde la Confederación Hidrográfica del Ebro estiman que la situación ha sido hasta ahora controlada. “La campaña de riego se cerró sin que hubiera que hacer restricciones importantes, se aseguró todo el suministro de agua de boca y en lo que respecta a los municipios que dependen de reservas artificiales como pantanos y embalses, no se prevé que haya ningún tipo de problema de suministro”, explican fuentes de la institución, que hace unos días celebró la reunión de su Comisión de Desembalses dando como finalizado un año hidrológico que aunque marcado por una sequía pluviométrica excepcional, se ha saldado pudiendo atender todas las necesidades tanto de riego a excepción de los regantes del Jalón que tuvieron que finalizar su campaña a finales de agosto, como de agua corriente en los hogares.

Cuestión distinta es la de los municipios que dependen de manantiales y pozos naturales, la mayoría de ellos de pequeño tamaño. Allí, al no estar el flujo de agua controlado desde una infraestructura artificial, su suministro es más difícil de prever. Tal es el caso de Biescas, Ayuntamiento que la semana pasada tuvo que tomar la medida excepcional de cortar el agua en sus fuentes ornamentales y también el suministro durante la noche al núcleo de Escuer.

Riego, limpieza o piscinas, las restricciones que llegarán si no llueve

Los planes hidrológicos de las tres grandes cuencas que tocan a Aragón (Ebro, Júcar y Tajo) incorporan el Plan Especial de Actuación en Situaciones de Alerta y Sequía, que marcan las posibles restricciones que se podrían dar en caso de haber necesidad, marcando una pauta muy clara para las ciudades de más de 20.000 habitantes donde se encuentran los centros más críticos (como podrían ser los hospitales) y otra hoja de ruta con indicaciones para pequeños municipios.

De continuar la sequía y no recuperarse la situación en los embalses, la primera consecuencia sería limitar el agua para regadío y usos agrarios. Aunque la pasada campaña se cerró de forma suficiente menos la citada excepción del Valle de Jalón, los agricultores ven con incertidumbre lo que pueda pasar a futuro, ya que es el mes de noviembre en el que principalmente se recuperan los embalses, cuando se deja de sacar agua para riego y se empieza a volver a llenar, algo que este mes, por la falta de lluvia, ha sido imposible.

“Por el momento estamos preparándonos plantando cereales de invierno y según avance podremos saber si se podrá plantar maíz, que requiere más agua, o no”, comenta Raúl Antón, miembro de Uaga y responsable de la zona de regantes del Jalón a la altura de Calatayud  otra ciudad aragonesa que ya en agosto comenzó a ver cómo el embalse que le suministra agua, La Tranquera, visibilizada sus mínimos históricos.

Desde Riegos del Alto Aragón, la mayor federación de regantes de Europa, su presidente César Trillo también aseguraba en el cierre de campaña que “la situación de los embalses es grave”, a pesar de haber cubierto todas las necesidades durante los últimos meses.

Pero volviendo a este horizonte imaginado de continuidad de la sequía, el siguiente punto al que hacen referencia los planes de contención del consumo sería ya los municipios. En una ciudad como por ejemplo Zaragoza -y como ya se está haciendo en Teruel por la situación del embalse de Arquillo- se pondrían límites en el uso de agua para regar y mantener jardines y zonas verdes y deportivas. Después, se restringiría el uso en limpieza de calles y aceras tanto de carácter público como privado, y a continuación, si fuera necesario, se prohibiría el uso de agua en fuentes ornamentales y piscinas.

En un siguiente estadio, se restringiría el agua de boca en fuentes públicas que no tuvieran sistemas de cierre, y se prohibiría el uso de agua para lavar vehículos a excepción de las empresas que se dedican a ello. Por último, se tocaría ya el consumo privado tanto de empresas como de hogares, fijando primero unos objetivos de ahorro, y después imponiendo medidas de restricciones horarias que serían fijadas por cada Ayuntamiento tras avisar a los ciudadanos. El agua, como ya ha sucedido en Biescas, se cortaría durante unas horas sin opción alguna de acceder a ella, salvo en centros hospitalarios y otras instalaciones críticas.

Pérdidas económicas en regadío y actividades deportivas si no llueve

Desde el Instituto Aragonés del Agua se explica que por el momento no se han recibido peticiones de ayuntamientos concretos para que se les suministre cubas de agua en caso de carecer de ella por la falta de caudal de sus manantiales. Sí que tuvieron que depender de camiones cisterna, a pesar de estar rodeados de los embalses de Barasona y del Grado, el municipio de La Puebla de Castro, en Huesca.

Allí a mediados de octubre varios camiones estuvieron suministrando agua al municipio sacándola de Barasona. El problema se originó después de que el bajo nivel del embalse dejara al descubierto la boca de captación de la que tomaba el agua el municipio. La CHE ya ha licitado la construcción de una segunda boca para resolver estos problemas.

“Es algo que con esta magnitud solo nos ha pasado este año y el pasado, y da una muestra de la época de sequía que estamos pasando, que va mucho más allá de estos meses”, comenta su alcaldesa, María Teresa Bardají.

La alcaldesa reconoce que más allá del peligro para el propio suministro, lo que preocupa también en el municipio es que la extracción de agua para regadío también ha dejado al embalse sin una lámina de agua suficiente para que se puedan desarrollar las actividades económicas que, ligadas al turismo activo, realizan varias empresas del municipio. “Con la nueva boca de captación damos por hecho que se resolverá el problema del suministro en próximos años, pero nos preocupa que no haya un uso que contemple también que se debe mantener una lámina de agua para mantener estas actividades. Aquí, que vivimos entre dos embalses y dependemos de dos cámpines municipales, el uso del agua como atractivo para realizar deportes que dejan dinero en el pueblo es importante”, sostiene.

Cuestión distinta son las pérdidas que muchos agricultores ya están teniendo. Según Uaga, los agricultores de secano han perdido de media 3.800 euros esta campaña por culpa de la sequía, a lo que podrían sumarse peores cosechas en regadío si hay restricciones durante la próxima campaña, para la que se espera que, llegado el momento, los embalses presenten un mejor aspecto.

Comentarios
Debes estar registrado para poder visualizar los comentarios Regístrate gratis Iniciar sesión