El empate técnico entre PP y PSOE dejaría muy abiertos los pactos para lograr la investidura en las Cortes

La caída de Podemos y la subida de Ciudadanos ampliarían las posibles alianzas para formar gobierno en Aragón. IU mejoraría si se presentase en solitario, y PAR y CHA retrocederían.

El reparto de los 67 escaños en las Cortes de Aragón podría variar significativamente si se celebraran ahora elecciones autonómicas, previstas en principio para 2019. El nuevo mapa parlamentario daría un giro político a la Comunidad, dado que el cambio de tan solo uno o dos escaños modificaría sustancialmente las opciones de alianza entre los grupos de izquierda y los de centroderecha para poder formar un nuevo gobierno.

Las posibilidades de que el socialista Javier Lambán pudiera repetir al frente del Ejecutivo son casi las mismas que las que tendría el popular Luis María Beamonte para gobernar. El primero depende de hasta dónde llegaría la caída de Podemos y cuántos de esos votos vuelven al PSOE, de si IU opta o no por integrarse en la formación morada y de si CHA aguanta sus resultados de hace dos años. Y el segundo, de que el crecimiento de C’s, que podría superar a Podemos, se consolide sin afectar más al PP y al PAR, que necesitaría frenar su retroceso.

Actualmente, el PSOE, que cuenta con 18 escaños, gobierna en coalición con CHA (2) y con el respaldo de Podemos (14) e IU (1), mientras que el PP, que obtuvo 21 diputados en 2015, no pudo sumar mayoría con el PAR (6) y con Ciudadanos (5).

Según la encuesta de intención de voto elaborada por A+M para HERALDO, el PSOE mejoraría su porcentaje y sus escaños respecto a los logrados en mayo de hace dos años, mientras que el PP se mantendría casi igual, aunque podría perder algún diputado tanto como ganarlo. Esa escasa diferencia de 1,3% de ventaja de los populares se traduce en un empate técnico que deja muy abierta la configuración de pactos para gobernar, una vez descartados hipotéticos acuerdos entre las dos principales formaciones y alianzas en las que participaran conjuntamente Podemos y C’s, pero sin descartar un acercamiento entre PSOE y C’s.

Importantes cambios en la intención de voto de los aragoneses

En todos estos movimientos hay varias claves, de las que no se pueden obviar la crisis provocada por el independentismo catalán y la posición que ha jugado cada partido en el conflicto de Cataluña y la aplicación del artículo 155 de la Constitución ante la declaración unilateral de independencia. En concreto, el sondeo revela que el PSOE podría subir 3,6 puntos, del 21,4% de 2015 al 25%, lo que le permitiría pasar de los 18 escaños que ahora tiene a lograr entre 19 y 21. Buena parte de esta mejoría vendría por la recuperación en Zaragoza capital, donde aumentaría más que en el conjunto de la Comunidad.

El problema para los socialistas vendría si su mejora no compensara las posibles pérdidas de Podemos. La formación morada, según el sondeo, retrocedería el 6,9% de sus sufragios y pasaría de 14 a 9 o 10 diputados. Una parte de este retroceso sería minimizado por la mejoría de IU si se presentara en solitario, porque podría pasar del 4,2% al 5,5% y de 1 a 3 o 4 parlamentarios. En este sentido, en el supuesto de que IUfuera en coalición con Podemos (Unidos Podemos), el resultado podría estar, casi con seguridad, por debajo de la suma de ambos, lo que podría beneficiar a los socialistas y a CHA.

De hecho, CHA ya recibiría votos de Podemos, y en consecuencia de ZEC, en la ciudad de Zaragoza, lo que le permitiría aminorar el retroceso del voto autonomista o nacionalista, que también afecta al PAR. Chunta podría bajar del 4,5% al 3,2% y pasar de 2 a 1 escaño, pese a que ganaría peso en la capital aragonesa y a tener al líder mejor valorado de todos, indicadores que darían margen a CHA para recuperar terreno.

El PP, el más votado

El PP aragonés mantendría su condición de partido más votado, según los datos del sondeo. Los populares obtendrían un 26,3% de los sufragios y entre 19 y 22 escaños, frente al 27,% y los 21 diputados de los comicios de mayo de 2015. Prácticamente repetirían resultados y tendría opciones claras de sumar mayoría para gobernar, incluso por la zona baja de la horquilla de escaños que arroja la encuesta.

En este sentido, las claves estarían en la subida de Ciudadanos, que pasaría de 5 escaños a 11 o 12 y del 9,4% al 15,3% de los votos, y en que el PAR, que pasaría del 6,9% al 5,4% y de 6 a 3 o 4 diputados, pudiera mantenerse en estos resultados.

Este incremento del partido de Rivera en Aragón tendría vinculación con la postura de C’s en el conflicto de Cataluña y su apuesta por el 155 de la Constitución. Eso implicaría que recibiría votos de todo el arco político. Es decir, tanto del PP y del PAR como de Podemos y PSOE. Hay por lo tanto un trasvase de voto urbano a favor de este partido que podría resultar más decisivo en el conjunto de las tres circunscripciones que en las capitales de provincia, donde los socialistas parece que serían los que más mejorarían sus expectativas electorales a cuenta del retroceso de las confluencias y de la propia formación morada.

Eso indican los datos del sondeo sobre intención de voto en cada una de las tres provincias de la Comunidad, especialmente en la de Zaragoza, donde las tendencias son mayores que en las de Huesca y Teruel, lógicamente por el peso de la capital aragonesa y por la diferencia de votos necesarios para lograr escaño.

En la provincia zaragozana, la caída de Podemos se situaría en un 7,9% de sus votos, mientras que el crecimiento de Ciudadanos sería del 7,5%. Esto no indicaría un trasvase total entre las dos formaciones, porque el PSOEsubiría 3,9% y si IU se presentara en solitario crecería un 1,4%. Por lo tanto, C’s recogería también votos del PP, un 1,4%, y del PAR, un 1,7%, mientras que los socialistas recibirían una parte del 1,9% de papeletas que perdería Chunta Aragonesista.

Esos datos no son paralelos a los de Zaragoza capital, por lo que se desprende del conjunto de la encuesta, ya que C’s no despegaría tanto, CHA crecería y el PSOErecuperaría parte del electorado que perdió en 2011 y 2015. Mientras que el PP no mejoraría su resultado de hace dos años y medio y el PAR apenas lograría mantener los votos autonómicos de los anteriores comicios.

Asimismo, el PP no lograría ganar al PSOE en Huesca, que subiría el porcentaje de votos en la provincia y, sobre todo, en la capital oscense, donde recuperaría la hegemonía en el Ayuntamiento. También C’s crecería notablemente e IU, en solitario, aumentaría. Podemos caería un 4,4%, el PAR un 2,2% y CHA se quedaría casi igual.

La situación en Teruel capital seguiría esa misma pauta, pero con victoria del PP, y en la provincia habría dos escaños en el aire. Uno lo tendría más amarrado el PP y el otro en función de qué hace Izquierda Unida y de si el PAR aguanta el tirón de Ciudadanos.

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