Sorprendido cuando accedía a los juzgados con una pistola oculta dentro de un maletín

El arma fue detectada por el escáner, lo que obligó a retener al portador hasta saber de qué tipo de pistola se trataba y cuáles eran sus intenciones. Al final, se comprobó que era el dueño de una funeraria y que el arma era de fogueo, lo que no le evitará una multa de al menos 600 euros.

Escaner de seguridad del edificio de los juzgados Vidal de Canellas de Zaragoza.
La pistola fue detectada por el escáner del control de seguridad del edificio Vidal de Canellas, en la Ciudad de la Justicia.
Heraldo.es

El hallazgo de una pistola oculta en el interior de un maletín hizo saltar este miércoles las alarmas en la Ciudad de la Justicia de Zaragoza, a la que el portador del arma intentaba acceder con normalidad cuando el escáner detectó el peligro. De forma inmediata, el servicio de seguridad del edificio le impidió el paso e informó a la Unidad Adscrita de la Policía Nacional, que retuvo al hombre hasta averiguar de qué tipo de pistola se trataba y cuáles eran sus intenciones.

Los hechos se produjeron en torno a las 11.25 en el edificio Vidal de Canellas, donde se encuentran los juzgados de la jurisdicción civil. El hombre pasó por el arco de seguridad sin problemas, pero los vigilantes se dieron cuenta enseguida de que en el portafolios que había introducido en el escáner parecía haber un arma de fuego. Al ser advertido de que con lo que llevaba dentro de la cartera no podía acceder, se mostró sorprendido. "No me acordaba de que la llevaba encima", dijo a continuación.Por precaución, el servicio de guardia se quedó con el maletín y retuvo al individuo hasta que llegó la Policía.

Esta persona iba vestida con traje y no había despertado ninguna sospecha inicial. Una vez descubierta el arma en su cartera, explicó que era el propietario de una funeraria de Zaragoza y que había acudido a los juzgados del recinto de la Expo "a un asunto personal".

Según ha podido saber este diario, tras examinar la pistola, los agentes comprobaron que se trataba de un arma de fogueo. A priori, estas disparan con pólvora y fulminante pero sin proyectil. Sin embargo, las hay modificadas capaces de funcionar como cualquier revólver o arma de fuego. Lo que no ha trascendido todavía es si la pistola intervenida estaba o no alterada.

Las detonadoras son réplicas exactas de sus ‘hermanas mayores’, por lo que para alguien que no sea experto en armas resulta muy difícil distinguirlas. De ahí que muchas personas adquieran este producto con un propósito intimidatorio.

Multas de 600 a 30.000 euros

Hasta hace muy poco, cualquiera que tuviera más de 18 años podía adquirir una pistola de fogueo en una armería, donde simplemente rellenaban una ficha con los datos del comprador. Sin embargo, tras una reciente modificación de la normativa de armas detonadoras, para acceder a este material hay que acreditar ser un adiestrador de perros, extra de cine o coleccionista. De lo contrario, su portador podría ser sancionado por una infracción grave a una multa de entre 600 y 30.000 euros. De hecho, el dueño de la funeraria quedó ayer en libertad, pero se le ha levantado un acta para sanción administrativa.

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